Ammán, 8 nov (EFE).- El Gobierno jordano aseguró hoy que está en contacto con Rusia y Estados Unidos para desmantelar el campo de refugiados sirios de Rukban, ubicado en la frontera entre Jordania y Siria, y promover el regreso de las 50.000 personas que viven en él a sus zonas de origen en el territorio sirio.

“Hemos empezado conversaciones con Rusia y EE.UU. con el objetivo de buscar una solución definitiva al campo de Rukban, garantizando las condiciones de regreso voluntario de sus habitantes a sus ciudades y pueblos que han sido liberados del (grupo terrorista) Estado Islámico”, declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Mayed al Qatarneh.

Asimismo, destacó que “Jordania apoya el plan ruso para buscar las condiciones adecuadas para vaciar el campamento y permitir a sus habitantes que regresen a sus hogares”, aunque no ofreció más detalles sobre el citado plan de Moscú.

Al Qatarneh agregó que el campo de Rukban, situado en la zona fronteriza entre Jordania y Siria, se ha convertido en “un asunto de Siria y la ONU”, porque el camino que lleva al mismo desde Siria es ahora seguro, mientras que antes sólo se podía acceder desde Jordania.

“Antes Jordania ofrecía ayuda humanitaria a sus habitantes”, dijo Al Qatarneh, que señaló que el suministro de agua sigue llegando desde el reino.

El pasado 3 de noviembre, un convoy de la ONU y la Media Luna Roja siria (SARC) accedió con ayuda humanitaria a Rukban, después de haber obtenido los permisos pertinentes por parte de Damasco.

Por otra parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos reveló hoy que la mayoría de refugiados del campamento de Rukban, rechazan volver a sus zonas de origen que están controladas por las fuerzas gubernamentales, a pesar de las garantías rusas.

La ONG detalló que esa postura se debe a la detención por parte de las autoridades de 50 jóvenes procedentes de pueblos y localidades del este de la provincia de Homs, que regularizaron su situación ante el Gobierno y se alistaron voluntariamente en una milicia leal al Ejército sirio.

Aún así, fueron interrogados y arrestados, y los residentes de Rukban no quieren correr la misma suerte. EFE