Cientos de migrantes deciden posponer la ruta del sueño americano y asentarse en el país azteca

Cientos de migrantes deciden posponer la ruta del sueño americano y asentarse en el país azteca

Diario de noticias de Gipuzkoa, ÉDGAR ÁVILA PÉREZ, 05-11-2018

Conforme se adentran en territorio mexicano, muchos centroamericanos que viajan en la caravana migrante se convencen de quedarse en alguno de los estados de este país para reiniciar su vida. Si bien su objetivo final era llegar a Estados Unidos, con los miles de kilómetros recorridos de por medio, cada días más hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que entraron en México el 19 de octubre han decidido quedarse en estados o ciudades mexicanas a trabajar mientras “las cosas se calman” en la frontera norte.

“Sé que en México se tiene la oportunidad para salir adelante”, aseguró el guatemalteco José Ramírez, quien con su esposa y su hijo en brazos viaja por el sur del oriental estado de Veracruz.

En las calles de ciudades por donde transita, solicita ayuda de la población, en lo que dice se trasladan a la Ciudad de México para ver a qué tipo de acuerdos llegan y quedarse a trabajar en el país. “Ya no vamos a Estados Unidos”, aclara el hombre, cuyo oficio está en el ramo de la construcción. Ahora, agrega, quiere quedarse “para darle una mejor vida” a su bebé y su esposa, aunque aún no tiene definido en qué estado mexicano residirá.

Se muestra agradecido por la calidez de los mexicanos, por las muestras de solidaridad y cariño que les han mostrado y eso dice le ha convencido para decidir que su segunda casa sea México. En algunas regiones del país, como Veracruz, conocidas por la calidez de sus gentes, las costumbres y forma de hablar son muy similares a la de centroamericanos y la caravana ha sido bien recibida con alimentos, agua y ropa.

En regiones costeras del Golfo de México, los residentes provienen de tres raíces: indígena, española y africana, y el carácter caribeño se respira en poblaciones pequeñas y grandes ciudades.

Quien tiene definido su destino final es uno de los miles de jóvenes hondureños que viaja en la caravana. Sin querer identificarse, dice que vivirá en la ciudad de Monterrey, al norte de México, donde pretende trabajar hasta reunir un dinero para enviarlo a su familia. “Yo me dirijo a Monterrey. Mi meta era llegar a Estados Unidos pero mejor no, hablé con mi mama y le dije que me quedaría mejor en Monterrey para empezar a trabajar y estaré mejor aquí un tiempo en México”, afirma. Su hermano había intentado estar en la caravana, pero fue detenido por las autoridades migratorias en Chiapas (México) y ahora se encuentra en su natal Honduras, donde no piensa volver a intentar llegar a Estados Unidos y menos después de que fueran enviados soldados a la frontera.

La caravana de centroamericanos llegó en grupos distintos desde el viernes al municipio mexicano de Sayula de Alemán y durante el sábado y el domingo retomaron su camino hacia el central estado de Puebla, donde se reagruparán antes de iniciar hoy su viaje a Ciudad de México.

En medio del éxodo y sus vicisitudes, los migrantes siguen evaluando quedarse en México, aunque aún muchos no definen en que estados del país lo harán porque, como dice uno de ellos llamado Miguel, “todo dependerá de cómo nos sintamos” “La gente ha sido muy amable con nosotros, nos sentimos en casa”, explica el joven, quien viaja junto con su esposa de 19 años, su hijo de dos años y una hermana, todos procedentes de Honduras, país que abandonaron hace 23 días.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)