Sídney (Australia), 31 oct (EFE).- El gobierno australiano trasladó en secreto a Australia a un grupo de solicitantes de asilo que tiene recluidos en Nauru, en medio de las críticas por las condiciones que padecen los niños “sin papeles” en esa nación del Pacífico, publicó hoy la prensa local.

Según el diario The Advertiser, unas siete familias de solicitantes de asilo habrían sido reubicadas en Adelaida, la capital del estado de Australia del Sur.

El ministro de Defensa, Christopher Pyne, aseguró a la emisora 5AA que el Gobierno “se asegura de que ciertos niños en particular que sufren problemas de salud sean trasladados de Nauru a Australia para ser atendidos”.

Sin embargo Pyne evitó confirmar el trasladado de esas familias a Adelaida.

“No he hecho las averiguaciones, solo vi la historia esta mañana pero si este es el caso, creo que a mucha gente le gustará el resultado”, comentó Pyne.

El gobierno australiano también evitó confirmar si había refugiados en un avión de Nauru Airlines que, según la prensa local, aterrizó el lunes en Adeladia pese a que esta aerolínea no vuela comercialmente hacia esta ciudad australiana.

Las autoridades australianas evacuaron hace más de una semana para brindarles atención médica a once niños alojados en Nauru, donde se calcula que quedan aun entre 40 y 50 niños.

Desde hace meses se suceden las peticiones de médicos, organizaciones humanitarias y diputados del partido gobernante preocupados por el deterioro de la salud mental de los menores, lo que induce a muchos de ellos al suicidio.

El gobierno de Scott Morrison hasta ahora se ha mantenido inflexible con respecto al trato a los inmigrantes que envió a Nauru y la isla papú de Manus, donde Australia mantiene otro centro de tramitación para solicitantes de asilo.

Nueva Zelanda se ofreció a acoger a unos 150 refugiados de estos dos centros, pero Australia pone como condición que el Parlamento de Camberra apruebe una ley para prohibir de por vida la entrada a su territorio de los refugiados acogidos por el país vecino.

El Partido Laborista se había mostrado en contra de esta propuesta, pero el mes pasado condicionó su apoyo si la restricción se aplica únicamente a los refugiados que vayan a Nueva Zelanda, lo que fue rechazado por Morrison, quien remarcó que su país “no negocia sus fronteras”.

Australia retomó en 2012 su política de detención de los “sin papeles” en terceros países y en unas condiciones que han sido denunciada por organismos internacionales, entre ellos la ONU.

Muchos de los refugiados y solicitantes de asilo que intentaron entrar en Australia por vía marítima han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros han escapado de la discriminación, como la minorías rohinyá en Birmania (Myanmar) o bidún en la región del Golfo. EFE