Unos 150 migrantes irregulares que el miércoles intentaron pasar a la fuerza desde Bosnia-Herzegovina a Croacia, entre ellos mujeres y niños, permanecen en la frontera, cerca del paso de Maljevac, informaron hoy los medios bosnios.

Un cordón de la policía bosnia está desplegado en el paso fronterizo por el que los migrantes intentan cruzar a Croacia desde el martes.

Anoche se produjeron momentos de tensión y alguna escaramuza con la policía en los que hubo varios heridos leves, declaró al portal sarajevita Avaz una portavoz de la policía local bosnia.

Los incidentes se produjeron cuando la policía desplazó unos 500 metros en el interior de territorio bosnio las alrededor de 250 tiendas de campaña improvisadas instaladas por los migrantes en la frontera.

La portavoz de la Policía fronteriza bosnia, Sanela Dujkovic, declaró a Avaz que los migrantes intentaron en tres ocasiones el miércoles cruzar la frontera y “en la noche se volvieron más agresivos, arrojando piedras y botellas hacia la policía croata”.

Ayer, durante el día, tres inmigrantes, incluido un niño de cinco años, recibieron atención médica y varios sufrieron heridas leves en enfrentamientos con la policía.

El Ministerio del Interior croata informó hoy de que dos policías croatas resultaron heridos ayer cuando los inmigrantes que no lograban cruzar la frontera y entrar a la fuerza en Croacia les apedrearon.

Según la prensa croata, los inmigrantes son en su mayoría de Afganistán, Pakistán y Bangladesh.

Varios cientos de migrantes llegaron el martes a esa zona fronteriza, donde pasan la noche al raso a una temperatura de unos 10 grados, tras abandonar los centros de alojamiento para refugiados en las ciudades noroccidentales bosnias de Bihac y Velika Kladusa, limítrofes con Croacia, una frontera externa de la Unión Europea.

En lo que va de año, en Bosnia-Herzegovina han entrado más de 18.000 migrantes ilegales, que buscan seguir viaje hacia Europa occidental, frente a 750 registrados en todo 2017.