Los planes de Fernando Grande-Marlaska de disuadir a los inmigrantes de participar en saltos masivos a las vallas de Ceuta y Melilla con expulsiones masivas en apenas 24 horas, como la ocurrida el pasado agosto, tienen los días contados. El Ministerio del Interior ayer solo pudo repatriar a 55 de los 209 subsaharianos que el domingo asaltaron el perímetro fronterizo de Melilla usando el ‘resucitado’ acuerdo con Marruecos para la devolución de inmigrantes de 1992. «Era solo cuestión de tiempo», explican responsables policiales, que entre los extranjeros corriera la voz de que la fórmula para las deportaciones exprés tenía un importante talón de Aquiles: la petición de asilo.

Según informó ayer la delegación del Gobierno de Melilla, 140 de los inmigrantes pidieron protección humanitaria, lo que bloqueó sus trámites de devolución en aplicación del denominado «Acuerdo entre el Reino de España y el Reino de Marruecos relativo a la circulación de personas, el tránsito y la readmisión de extranjeros entrados ilegalmente».
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El artículo 1 de ese protocolo limita la posibilidad de expulsión a un periodo de diez días después de la «entrada ilegal», un espacio de tiempo en el que, avisan desde la Policía, será muy difícil analizar y dictaminar sobre una cuestión tan compleja como una petición de asilo. «En caso de ser devuelto a Marruecos, muestro mi más absoluta disconformidad, ya que no se garantizan los derechos humanos y además voy a solicitar asilo». La frase, en muchos casos aprendida de memoria y en castellano, fue repetida como un mantra por muchos de los inmigrantes que el domingo por la tarde comenzaron a ser atendidos por la treintena de letrados movilizados por la Policía Nacional y el Colegio de Abogados de Melilla.

Hospitalizados
Además de los 140 peticionarios de protección, otros catorce subsaharianos que entraron en España no han sido devueltos por otras razones: cinco siguen hospitalizados, otros cinco presentan lesiones que no requieren hospitalización pero sí reposo; tres son menores ; y el último es el extranjero que falleció durante el asalto.

El acuerdo con Rabat fija que las expulsiones sean en un plazo de diez días desde la entrada ilegal

La autopsia atribuye a causas naturales la muerte de un migrante durante el asalto

La autopsia reveló ayer que este subsahariano no presentaba «lesiones externas» que «provocaran el fallecimiento». El deceso, según este análisis, se debió a «una anomalía pulmonar congénita que será analizada en relación con la causa del fallecimiento» y el esfuerzo y estrés que sufrió el migrante durante el asalto al vallado.

En el salto del domingo participaron unas 350 personas. En la parte española, 19 migrantes resultaron heridos. Seis agentes de las fuerzas de seguridad igualmente sufrieron lesiones leves. En la parte marroquí doce militares resultaron heridos, alguno de ellos de gravedad. 141 inmigrantes fueron detenidos al otro lado de la frontera, 19 resultaron heridos y uno murió al caer desde la valla.