BILBAO. El director de Ikuspegi, Gorka Moreno, junto con el director de Política Familiar y Diversidad del Gobierno vasco, Ernesto Sainz, y y vicerrector del campus de Bizkaia de la Universidad del País Vasco, Patxi Juaristi, ha presentado en Bilbao el barómetro 2018, que muestra una sociedad vasca más integradora y con actitudes positivas hacia la inmigración.

En esta actitud más abierta, también conviven posturas más reacias y, en ese sentido, los vascos simpatizan menos con el colectivo magrebí y muestran gran desconfianza hacia el islam (una confianza de 2,7 puntos sobre 10).

El trabajo, elaborado mediante 600 encuestas realizadas entre los meses de marzo y abril pasados, evidencia que el nivel de tolerancia de la población vasca hacia el extranjero está ligado a la evolución económica y en la actual etapa de crecimiento mejora hasta casi un 60 %, el más alto de la serie histórica del estudio, que acumula doce oleadas.

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De hecho, la gráfica de la evolución del índice de tolerancia se parece mucho a la de la evolución del PIB del País Vasco, según ha afirmado Moreno, quien ha valorado la actitud positiva de los vascos “teniendo en cuenta la que está cayendo en otros países” de Europa en relación a la inmigración.

Según el estudio, un 70 % de los vascos es favorable a permitir la entrada de inmigrantes con contrato laboral o cumpliendo otros requisitos legales frente a un 18 % partidario de no poner obstáculos legales.

Destaca el descenso de quienes prohibirían por completo la entrada de extranjeros (un 1,8 % frente al 4,4 % de 2017 y el 8,7 % de 2012).

También aumentan las posiciones favorables a la acogida de personas refugiadas sin restricciones (casi un 30 %, tres puntos más que en 2017) y desciende al 2,5 % el porcentaje el más bajo de toda la serie de quienes plantean no acogerles en ningún caso.

Según el barómetro, casi el 50 % de la sociedad vasca considera que los inmigrantes permiten que la economía funcione mejor al ocupar puestos de trabajo que la población autóctona no quiere, mientras que el 38 % considera que la presencia de extranjeros aumenta el paro.

La percepción de los vascos respecto al volumen de población extranjera en Euskadi (17 %) sigue siendo superior a la población inmigrante real (9,4 %).

La mayoría (67 %) cree que la inmigración aumentará en los próximos años, considerándola como un fenómeno estructural. Opina que crecerá, sobre todo, la población magrebí, aunque esto está alejado de la realidad el 70 % de las llegadas son de origen latinoamericano.

El estudio presenta una mejora en las relaciones entre la población vasca y extranjera al aumentar el clima de convivencia hasta un 6,14 el más alto de la serie histórica, aunque la mayoría mantiene una postura asimilacionista al opinar (74 %) que el esfuerzo de adaptación debe recaer en la población inmigrante.

Los vascos, que en un 60 % creen que los extranjeros son más machistas que los autóctonos, muestran menos simpatía por los inmigrantes de origen magrebí (4,8 puntos sobre 10) y rumano (5,1) y mayoritariamente (en torno al 70 %) ven bien que abran comercios y restaurantes, pero no que vistan como en su país de origen (sólo el 34 % lo ve adecuado) o tengan centros de enseñanza propios (30 %).

Sobre las formas de vestir, la mayoría (más del 70 %) ve adecuado que lleven kipá judío y hiyab o velo, pero la gran mayoría no considera apropiado llevar burka (81 %) ni nicab (79 %).

Según el trabajo, se repiten los “estereotipos” sobre la percepción de que los inmigrantes se benefician del sistema de protección social (53,7 %) y sigue siendo mayoritaria (51,8 %) la visión de que los inmigrantes se aprovechan excesivamente de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).