El Gobierno y el ayuntamiento de Málaga vuelven a improvisar con la llegada de migrantes

Unos cien migrantes permanecieron durante todo el viernes en la cubierta de un barco por la carencia de espacios habilitados.Pese a los anuncios reiterados, sigue sin habilitarse un espacio: la última propuesta es una caseta de feria donde cabrían unas cien personas.

El Diario, Néstor Cenizo, 12-10-2018

La llegada al puerto de Málaga de 460 migrantes rescatados por Salvamento Marítimo ha vuelto a mostrar que faltan medios, se improvisa y hay descoordinación entre las administraciones responsables de la acogida. Desde la madrugada del jueves al viernes, y al menos hasta última hora de este viernes, cien de esos migrantes permanecieron sobre la cubierta de un barco. La situación provocó un elocuente cruce de reproches entre el ayuntamiento de Málaga y la subdelegación del Gobierno. A última hora del viernes, con un centenar del anterior rescate aún en cubierta, se esperaba la llegada de otros 180 migrantes.

En una nota de prensa inusualmente dura, el consistorio acusó al Gobierno de “imprevisión, descoordinación y falta de medios” en la recepción de los migrantes. El jueves, a las diez de la noche, habían llegado cien rescatados que fueron trasladados casi de inmediato a las instalaciones del Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) de San Roque (Cádiz). Pero cuando en torno a las 6 de la madrugada llegaron otros 460, se produjo un bloqueo.

Las mujeres y los niños, unas 75 personas en total, fueron trasladados al albergue municipal. Allí los alojaron en la sala de televisión, según explica Francisco José Guerrero, de Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, que los visitó por la tarde. “Es la primera vez que van allí. Allí no se dan las condiciones para alojarlos”, opina.

El resto esperó en las salvamar sin poder desembarcar durante horas, y aún a última hora del viernes alrededor de un centenar seguían sobre la cubierta. Desde San Roque había llegado la indicación de que no había más espacio, y en Málaga tampoco se encontraba el lugar. A media mañana, el ayuntamiento emitió una nota en la que acusaba a la administración del Estado de no tener “capacidad de respuesta”, “hasta el punto de que el autobús necesario para los traslados estaba averiado”.

Según el ayuntamiento, la subdelegación del Gobierno solicitó la cesión de algún polideportivo donde realizar las labores de identificación y registro de los migrantes. Los polideportivos de El Palo y Ciudad Jardín han cumplido esta función durante el verano, pero en septiembre vuelven a tener el uso habitual. El ayuntamiento informó de que no cedería los espacios, y según explica en la nota, la Junta de Andalucía tampoco accedió a abrir las puertas del pabellón de Carranque.

“No voy a entrar en un pim pam pum”, replicó María Gámez, subdelegada del Gobierno. “Pido lealtad y colaboración a todas las administraciones”, siguió, antes de aludir a la excepcionalidad de las llegadas y el volumen “desmedido” de migrantes rescatados: “En ausencia de instalaciones municipales, como veníamos teniendo, estamos dando solución con traslados a donde hay”.

En Málaga, punto de recepción de migrantes rescatados en el Mar Mediterráneo, no existe un lugar donde acogerlos, ni para la primera asistencia ni durante sus primeros días. Desde hace casi dos años, las ONG vienen reclamando la habilitación de un espacio en el Puerto de Málaga que permita ofrecer la primera atención médica y jurídica. A día de hoy, hay unas casetas prefabricadas, pero aún no se usan porque no están terminadas.

Tampoco hay noticias del CATE que se iba a instalar con presunta urgencia junto a la desembocadura del Guadalmedina, y que serviría para alojarlos durante el plazo máximo de 72 horas en el que la Policía realiza las labores de identificación. Mucho menos de las instalaciones propuestas desde hace años por la Escuela de Arquitectura.

El ayuntamiento también lamentó ayer que la propuesta de habilitar el Parque de Bomberos de Campanillas, actualmente sin uso por las carencias en la dotación de la plantilla de bomberos, fuera rechazada por los partidos de la oposición.

La última idea es alojar a los migrantes rescatados en una caseta del recinto ferial. “Espero que cuando eso se materialice estas situaciones no se repitan”, dijo ayer María Gámez. Sin embargo, la caseta tiene capacidad para apenas cien migrantes y aún tiene que ser habilitada.

A última hora de la tarde del viernes se trabajaba en la posibilidad de habilitar la Casa de Botes, un local portuario que hasta hace unos meses era un restaurante, para los migrantes que habían llegado durante la madrugada del jueves al viernes, mientras se esperaba una nueva llegada de la salvamar Calíope con otros 180 rescatados.

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