- La futura ley catalana contra la violencia machista plantea discriminaciones según la nacionalidad y el lugar de residencia de la mujer afectada, como por ejemplo que una inmigrante sin papeles o una mujer del ámbito rural no disponen de la misma asistencia que una barcelonesa. Además, dicha ley cuenta con escasos recursos – tan sólo hay tres centros de acogida de emergencia en toda Catalunya – y una mala distribución de las ayudas, pues el 80% se concentra en Barcelona. Así lo denuncia Amnistía Internacional, que sin embargo apunta que hay remedio para ello.
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Entre las medidas que mejorarían la voluntad de las instituciones de acabar con la violencia machista , AI apuesta por acabar con el “efecto disuasorio” que produce la “remisión encubierta” a la ley de Extranjería cada vez que una indocumentada denuncia una agresión, en palabras de la portavoz regional de la asociación, Andrea Compagno. Se trata de entender “que no estamos hablando de asistencia social, sino de derechos humanos, y los derechos no entienden de leyes”, sentenció la investigadora de Amnistía Internacional María Naredo.
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Un gran fallo, a ojos de Amnistía Internacional, es la falta de especialización de todos los implicados en la lucha contra la violencia en el ámbito familiar, ya sea en el terreno judicial, educacional, sanitario o de los cuerpos de seguridad. Como muestra, de las 1.200 horas de formación que recibe un mosso d´esquadra, tan sólo trece se destinan al ámbito de la violencia doméstica.
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La asociación también recomienda ir más al grano: definir los recursos económicos de los que se dispone, establecer un calendario de actuación o hablar de cómo se salvarán los obstáculos, en el caso de las mujeres con hijos, por ejemplo. Se trata, sobre todo, de hablar de cuestiones concretas como el colectivo gitano. Por sus relaciones sentimentales y sociales, así como por el estereotipo racista que aún planea sobre ellos, AI considera que necesitan medidas específicas, al igual que otras mujeres vulnerables como son las ancianas, las infectadas por el VIH o las transexuales. Está previsto que la futura ley catalana llegue al Parlament entre los próximos meses de mayo y junio.
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