Austria confió hoy en que antes de fin de año haya avances en el plan de aumentar los recursos y el mandato de Frontex, la agencia de fronteras de la UE, y vinculó las dudas de algunos países, entre los que citó a España, a que la medida bloquearía a más inmigrantes en los países de entrada.

“Espero que discutamos hoy sobre la ampliación del mandato de Frontex y quizás podamos preparar una decisión para diciembre”, dijo el canciller austríaco, Sebatian Kurz antes de la cena de trabajo previa a la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Salzburgo.

Kurz, cuyo país preside este semestre la UE, insistió hoy en la conveniencia de elevar los efectivos de Frontex hasta los 10.000 agentes antes de 2020, tal como propone la Comisión Europea, y de aumentar el mandato de esta agencia comunitaria.

El mandatario austríaco aseguró que hay varios socios de la UE, entre los que citó a España, Italia y Grecia, que “tienen dudas” sobre esa iniciativa.

El líder del Partido Popular austríaco, que gobierna con el ultranacionalista FPÖ y defiende una política migratoria muy restrictiva, cuestionó sin embargo que esos reparos tengan que ver sólo con la cesión de soberanía que supondría.

“Tengo la sensación de que la preocupación es que un Frontex más fuerte puede llevar a más registros” y hacer más difícil que los inmigrantes irregulares que entran por países de la frontera sur de Europa sigan luego hacia otros socios comunitarios, señaló.

El canciller austríaco indicó, con todo, que es posible llegar a un acuerdo y que para eso habrá que definir claramente el mandato de esa Frontex fortalecida, e insistió en que los Estados que necesiten ayuda deben aceptarla.

España considera, según fuentes diplomáticas, que el fortalecimiento de Frontex es una “señal política adecuada” pero cree que hay que examinar la propuesta “con todo detalle”, en particular, la financiación de ese personal y su mandato, ya que los futuros guardias llevarían a cabo labores que son de “competencia y soberanía directa de los países”.

Kurz volvió a defender que los inmigrantes que sean rescatados en el mar Mediterráneo tratando de llegar a Europa sean devueltos inmediatamente a los países del norte de África donde embarcaron y no llevados a suelo europeo.

Además, dijo que el reparto de inmigrantes entre los Estados socios no resolverá por sí sólo el problema y que la atención debe concentrarse en el control de las fronteras exteriores y profundizar las relaciones con los países de tránsito.