Más de 250 solicitantes de asilo en Euskadi no reciben acogida por la saturación en las tramitaciones

El aumento de las peticiones y los retrasos en los procesos de formulación han colapsado las comisarías | El Gobierno Vasco abrirá un nuevo recurso con 100 plazas en Oñati para atender a las personas que estén a la espera de formalizar su solicitud

Diario Vasco, AIENDE S. JIMÉNEZ, 13-09-2018

En 2017 las personas solicitantes de protección internacional o asilo se duplicaron en Euskadi. Según datos de CEAR, la comisión de ayuda al refugiado, el año pasado se registraron 970 peticiones, frente a las 500 que se formalizaron en 2016. Una tendencia al alza que se mantiene durante este año, tal y como confirman desde la organización, y que está empezando a generar problemas. No tanto por el número de plazas disponibles en Euskadi para la acogida de estas personas, que también, sino por la saturación del sistema de tramitación de solicitudes, desbordado por la cantidad de citas pendientes de atender. Una solicitud que es imprescindible para que esas personas puedan acceder a los recursos de acogida de refugiados disponibles en los tres territorios vascos.

Por lo general, cuando una persona pedía una cita para realizar la solicitud de asilo en Euskadi se le concedía en el plazo de 15 días a un mes. Sin embargo, las comisarías de la Policía Nacional encargadas de gestionar este servicio en Euskadi se encuentran saturadas, y ese periodo de espera se está demorando hasta un año. Así lo explica Patricia Bárcena, directora de CEAR Euskadi, quien apunta a dos razones como las principales causantes de un colapso que está dejando sin protección a muchos extranjeros que llegan a la CAV.
La causa más evidente es el continuo aumento de las solicitudes de protección internacional que se están registrando en Euskadi y en muchas otras comunidades del Estado. No obstante, paralelamente a este fenómeno creciente se encuentra el proceso jurídico que lo formaliza, y que está fluyendo a un ritmo mucho más lento. «En Euskadi hay más de 250 personas que se encuentran a la espera de poder registrar su solicitud de asilo», señala Bárcena. Algunas de ellas pueden financiar su estancia mientras esperan a que llegue la fecha de su cita, pero son muchos los que no tienen recursos y, ante la imposibilidad de acceder a una plaza de acogida cuya gestión corresponde al Gobierno español, se encuentran en situación de desprotección.

«Antes ese periodo máximo de un mes lo pasaban en los recursos que tenemos para este tipo de situaciones, en los que hay una gran rotación. Pero al alargarse los periodos esas plazas son insuficientes, porque llegan nuevas personas que necesitan ser atendidas. Algunos duermen en casas de un conocido o compatriota que les acoge», señala la directora de CEAR Euskadi.

El problema, afirma, es que «los recursos institucionales, funcionariales y de acogida no han crecido proporcionalmente al número de solicitantes de protección internacional». Aunque asegura que las oficinas de asilo «han reforzado el funcionariado que se encarga de la tramitación de las solicitudes», ese aumento del personal sigue siendo insuficiente para atender la gran demanda que existe actualmente. «No dan abasto», resume Bárcena.

Euskadi es, junto con Cataluña, una de las comunidades donde estos retrasos están siendo más acusados. De hecho, la comisaría de Bilbao es la que más lista de espera tiene, y está concediendo citas para julio y agosto del año que viene.
según las necesidades que se presenten.
Ante esta situación el Gobierno Vasco ha decidido tomar partido creando un nuevo recurso que se suma a los que ya existen y que se ubicará en Gipuzkoa, para prestar cobertura a las personas extranjeras que se encuentren a la espera de tramitar su petición de asilo.

El nuevo centro de acogida contará con 100 plazas, será gestionado por CEAR Euskadi y estará ubicado en Oñati, en el antiguo barnetegi Larraña del barrio de San Lorenzo, que cerró sus puertas en 2003 tras 16 años de trayectoria, informa Marian González. El edificio, cuya titularidad comparten Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de la localidad, alberga en la actualidad el vivero de cultura, arte, creatividad y dinamización vecinal Eltzia y el Instituto de formación profesional Larraña.

Acogida de tres meses
El objetivo principal de este recurso, señalan desde el Ejecutivo vasco, «será facilitar la cobertura de alojamiento, orientación y derivación a personas y familias solicitantes de protección internacional o apátrida, que están a la espera de que su situación se vea clarificada». Asimismo, aunque «con carácter excepcional y en situaciones de especial necesidad», el centro podrá acoger a migrantes en «situación de vulnerabilidad, en tránsito o recién llegados a Euskadi», explican.

Aunque inicialmente se habilitarán 100 plazas, estas podrían ampliarse «en caso de necesidad». El tiempo de estancia en el centro será de tres meses, si bien este podía verse reducido o ampliado «en función de criterios técnicos», que dependerán, entre otros aspectos, de los plazos de espera que tengan las personas que sean acogidas para tramitar su petición de asilo.

«Los recursos de acogida no han crecido al mismo ritmo que el número de solicitantes de asilo»

La dirección de gestión del centro se realizará de forma coordinada entre CEAR Euskadi y el Gobierno Vasco. «Elegimos este emplazamiento porque cumplía con las características que buscábamos y porque la aceptación del pueblo de Oñati ha sido muy buena desde el primer momento», explica Patricia Bárcena, quien afirma que en cuanto el centro se abra «tenemos personas a las que asignar una plaza directamente».

Con la puesta en marcha de este centro de acogida Euskadi suma 100 nuevas plazas destinadas a la acogida de personas refugiadas en Euskadi, que cuenta ya con 550 aproximadamente. Esta incorporación aumenta los recursos que tiene Gipuzkoa para este fin, que superan ya las 200 plazas en el territorio.

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