El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, ha abogado este miércoles por decir «no a los nacionalistas que detestan al diferente, los nacionalistas que solo buscan culpables en vez de buscar soluciones que nos permitan vivir mejor juntos». Ante el ascenso de nacionalismos y la derecha radical, el líder del Ejecutivo comunitario ha recordado que los padres fundadores de la UE «todavía conocieron el horror de la guerra» y que el mayor hito del proyecto europeo es la paz.

Sus palabras se enmarcan en un contexto difícil para la Unión Europea, después de los buenos resultados obtenidos por el partido nacional-populista Demócratas de Suecia en las elecciones del pasado fin de semana, donde obtuvieron la tercera posición, y del desafío de políticos como el italiano Salvini o el húngaro Orban a Bruselas por la cuestión migratoria. Precisamente, el Parlamento Europeo votará hoy si Budapest es sometido a sanciones por esta cuestión.

Por otro lado, Juncker, consciente de la preocupación por la seguridad entre los ciudadanos, también ha pedido que la Unión Europea logre eliminar la propaganda terrorista de internet en el plazo de una hora. «Los europeos esperan, y con toda razón, que la Unión Europea les proteja (…). Una hora es el período de tiempo a partir del cual se pueden crear mayores daños», ha afirmado.

Cambio de hora

Juncker también ha llamado a suprimir el cambio de hora en la Unión Europea, aunque ha dicho que quienes deben tomar esa decisión son los países, que son los que tienen competencia. «Los europeos, en mayo de 2019, no van a aplaudirnos si seguimos dos veces al año cambiando la hora. Debe suprimirse el cambio de hora», ha dicho Juncker en su discurso del Estado de la Unión.

«Los Estados, por la subsidiariedad, deben decidir ellos mismos si quieren que sus ciudadanos vivan en el horario de verano o invierno», ha explicado el líder de la CE durante la primera mitad de un discurso en el que se espera presente iniciativas económicas, comerciales y de seguridad e inmigración.

Juncker ha iniciado su último discurso del Estado de la Unión Europea, en el que se espera presente más de diez iniciativas para el futuro de al UE, incluidas una policía costera comunitaria y medidas para que el euro gane terreno al dólar en el mercado de las transacciones financieras internacionales.