Matteo Salvini y Luigi di Maio, enemigos íntimos en el trono de Italia

El Mundo, Soraya Melguizo, 07-09-2018

La condena por fraude a la Liga ahonda las grietas en la coalición Salvini-Di Maio

El programa de Gobierno de Italia dispara el coste de la deuda italiana

El 4 de marzo Italia vivió una revolución electoral. Por primera vez, dos fuerzas antieuropeístas se adjudicaron más del 50% de los votos. A la vigilia de los 100 primeros días de Gobierno, el mapa político italiano ha dado un vuelco impensable hace sólo seis meses. La Liga se sitúa como primer partido en las encuestas y ya aparecen las primeras divisiones internas en la coalición formada con el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) en asuntos como infraestructuras o inmigración. La condena contra el partido de Matteo Salvini por estafa podría suponer un nuevo capítulo en los desencuentros entre ambas formaciones. La Justicia italiana ordenó ayer el embargo de 49 millones de euros de la Liga por un delito de fraude cometido entre 2008 y 2011, cuando el partido estaba liderado por Umberto Bossi. A partir de ahora, todo el dinero que la formación ingrese, incluyendo los cinco millones que acredita poseer en sus cajas en este momento, podrá ser incautado por la Guardia de Finanza. Para evitar la quiebra, el partido creó en el último año organizaciones paralelas para recaudar fondos e invirtió parte de su dinero en fundaciones en el extranjero, lo que motivó que la Justicia abriera una nueva investigación. En 2017, un Tribunal de Génova condenó a Bossi y al ex tesorero del partido, Francesco Belsito, por utilizar el dinero procedente de subvenciones electorales para gastos personales. Con parte de ese dinero, por ejemplo, Bossi y su familia acometieron las reformas de su casa, adquirieron coches de lujo e incluso compraron una licenciatura en Albania para el hijo pequeño del ex líder de la Liga. Aquel escándalo significó la caída en desgracia del fundador del partido y la entrada en escena de Salvini, que se hizo con las riendas del partido en 2013 aparcando el proyecto secesionista original. La decisión judicial deja la formación en una posición muy complicada que podría poner en riesgo su supervivencia económica. El líder del M5E, Luigi Di Maio, defiende que la condena se refiere a otra Liga, la de Bossi. Pero en las filas de su partido crece el malestar con su socio de coalición y esta sentencia podría precipitar una crisis interna en la formación que hizo de la “honestidad” su grito de guerra. En los primeros tres meses de Gobierno, los desencuentros entre ambas formaciones se han hecho cada vez más evidentes. La gestión de la inmigración por parte del líder de la Liga, o la diferente respuesta a la tragedia del puente de Génova están abriendo una grieta entre ‘liguistas’ y ‘grillinos’, éstos últimos cada vez más incómodos con el excesivo protagonismo del ministro de Interior. La cuestión migratoriaMatteo Salvini ha conseguido poner la cuestión migratoria en el centro del debate europeo y ha encontrado en Hungría y Austria a sus mejores aliados. La reciente reunión entre el líder de la Liga y el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orban, obligó al M5E a marcar las distancias con su socio. “Los países que no apoyan la reubicación” de lo inmigrantes “no deberían recibir fondos europeos. Y entre ellos está Hungría”, aseguró el partido de Di Maio. La visita de Orban que ignoró a su homólogo italiano, Giuseppe Conte ha sido sólo el último de los desaires del político lombardo hacia sus socios de Gobierno y ha puesto la guinda a un verano en Italia monopolizado por la decisiones a golpe de tuit de Salvini.El líder de la Liga primero cerró los puertos de Italia a los barcos de las ONG que trabajan en el rescate de inmigrantes en el Mediterráneo. Después anunció su intención de prohibir atracar a las naves que participan en las misiones internacionales. Y finalmente intentó presionar a la UE rechazando durante días el acceso a un puerto italiano a una embarcación de la Guardia Costera italiana con cientos de migrantes a bordo. La insólita decisión no sólo provocó que la Fiscalía abriera una investigación contra el ministro por secuestro, arresto ilegal y abuso de poder. También le llevó a enfrentarse con exponentes relevantes del M5E. La ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, le recordó que el camino a seguir era “regular, no cerrar”. Y el ministro de Transportes e Infraestructuras, Danilo Toninelli, sobre el que recae la gestión de los puertos, llegó a contradecir una orden de Salvini provocando un choque institucional. El más crítico hasta ahora ha sido el presidente de la Cámara de los Diputados y representante del ala más a la izquierda dentro del M5E, Roberto Fico, que pidió el desembarco de los rescatados por motivos humanitarios. “Tú haz la labor de presidente de la Cámara que yo me encargo de ser ministro”, le respondió con vehemencia Salvini. La crisis del puente MorandiNo es sólo la cuestión migratoria. El derrumbe del puente Morandi de Génova, que causó la muerte de 43 personas, supuso una nueva prueba de fuego para la coalición. El Gobierno decidió quitar las concesión a Austostrade, responsable de la autopista A10 y del viaducto que se desplomó. Pero el viceprimer ministro Di Maio fue más allá y anunció la intención del Ejecutivo de nacionalizar las autopistas. Una hipótesis que fue cuestionada por su socio de Gobierno. Las diferencias también alcanzan a las grandes obras en curso, como las del tren de alta velocidad que unirá Turín con Lyon, o el desarrollo del tramo del gasoducto transadriático (TAP), que el M5E está dispuesto a detener contra el criterio de la Liga, para quien los beneficios superan los costes. Por no hablar del enfrentamiento abierto entre Salvini y el ministro de Economía, Giovanni Tria, empeñado en respetar las reglas de la UE, a pesar de las declaraciones explosivas del ministro de Interior. Pensiones, impuestos, renta básica de ciudadanía… las propuestas económicas de los dos socios ocupan un lugar privilegiado en la lista de deberes para el nuevo curso que acaba de comenzar. De momento, el Gobierno sólo ha aprobado el llamado ‘decreto dignidad’. Un paquete de medidas para combatir la precariedad laboral y la deslocalización que supone la primera gran conquista de Di Maio. Mientras el líder del M5E asegura que el Gobierno es compacto, los analistas hipotizan hasta cuándo durará el experimento. Con la vista puesta en las elecciones europeas del próximo año, y con las encuestas constatando el ‘sorpasso’ de la Liga a sus socios, Salvini afianza su influencia dentro del Ejecutivo. Y ni si quiera una sentencia por estafa contra su partido parece capaz de poder detenerlo.

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