El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, auguró ayer «conflictos de interpretación» con el Estado para asumir el aumento competencial del próximo Estatuto, y recordó que varios ministerios del Gobierno han mostrado «disconformidades».Aún así, cree que el texto «facilita la desconflictividad», además de favorecer la federalización.

Saura aseguró no ser «tan ingenuo como para creer que automáticamente habrá cambios» en la aplicación de competencias contenidas en el Estatuto, una vez aprobado el texto. El consejero auguró que «no todo será tan fácil», así que apostó por «iniciar conversaciones con el Estado inmediatamente después de que se apruebe» el proyecto, porque más competencias implican «nuevas transferencias». No obstante, dijo que la Generalitat no se ha planteado todavía un calendario para ello.

Por otra parte, el consejero consideró «urgente» empezar a trabajar en leyes catalanas tras la aprobación del texto, entre ellas un proyecto de ley de garantías estatutarias. Así lo dijo al presentar en rueda de prensa un estudio de su departamento sobre los incrementos competenciales de la Generalitat con el próximo Estatuto.

El estudio constata que la Generalitat gana 10 materias competenciales nuevas: comunicaciones electrónicas, entidades religiosas, inmigración, paisaje, promoción de familias y de la infancia, entre otras.