El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha secundado la propuesta de ayer de la alcaldesa Ada Colau de ofrecer el Puerto de Barcelona para que atraque el barco Aquarius, y ha puesto a disposición de las ONG tres puertos administrados por la Generalitat para acoger a la embarcación y sus tripulantes. El barco lleva abordo a 141 inmigrantes rescatados frente a las costas de Libia el pasado viernes. El ofrecimiento es simbólico en tanto Cataluña no tiene competencias en inmigración, si bien desde el Govern piden a Salvamento Marítimo a que de el permiso de acogida humanitaria. Mientras, el Gobierno ha anunciado hoy que está negociando con “varios países” de la Unión Europea (UE) una “respuesta común” al problema planteado con los 141 inmigrantes  rescatados por el Aquarius

Torra ha explicado a través de Twitter que ha pedido al departamento de Territorio y Sostenibilidad, del que depende Ports de la Generalitat, que el barco que operan diferentes ONGs, pueda escoger entre los puertos de Palamós (Girona), Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y Sant Carles de la Ràpita (Tarragona). El primero es el más grande y tiene la dársena más generosa, con 14 metros de calado. La Generalitat defiende que los otros dos también cuentan con la capacidad suficiente.

“Cataluña siempre será tierra de acogida”, ha destacado el president, que se ha comprometido a ofrecer “todas las garantías” para que se realice el desembarco. Poco después del mensaje de Torra, el consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, Chakir El Homrani, ha instado al Estado a que otorgue la autorización. “No está en discusión el hecho de acoger náufragos, estas personas pueden venir a Cataluña, con el permiso del Estado, porque la acogida está regulada por la protección internacional y te un recorrido legal”.

La propuesta de la Generalitat llega un día después de que el Ayuntamiento de Barcelona ofreciera la ciudad para acoger a los inmigrantes y solicitara al Gobierno central, que es quien tiene las competencias en inmigración, que conceda permisos temporales a las personas rescatadas que viajan en el Aquarius. La idea es repetir la operación de junio pasado, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez sí autorizó abrir el puerto de Valencia al Aquarius para acoger a los 630 migrantes que transportaba.

Pero de momento, el Ejecutivo central no se muestra dispuesto a acoger en esta ocasión a la embarcación de rescate. La Moncloa considera que ahora la situación es diferente. El Aquarius entonces tenía 630 personas, por encima de la capacidad del barco [que puede albergar unos 550] y esta vez son 141, recuerdan en La Moncloa. “España no es el puerto más seguro porque no es el puerto más cercano según lo establecido en el derecho internacional”, remacharon este lunes fuentes del Gobierno central.

Al tiempo, el Gobierno español ha explicado que mantiene “intensas negociaciones” con la Comisión Europea “y otros países” una “respuesta común” para los inmigrantes rescatados por el Aquarius, según informaron fuentes de La Moncloa. Las mismas fuentes indicaron que el Ejecutivo de Pedro Sánchez  espera que “se materialice cuanto antes” esa posible solución consensuada. El Gobierno confía en llegar a un acuerdo “en las próximas horas” y señala que su posición al respecto es compartida por Alemania, Francia y Portugal.  

El Aquarius se encuentra fondeado a la espera de instrucciones en un punto a mitad de camino entre Malta e Italia, según el cuaderno de bitácora que publican las ONG que lo opera. Ambos países han rechazado ya oficialmente acogerlo. Entre los migrantes que se encuentran a bordo proliferan los adolescentes y la mayoría viene de países especialmente conflictivos, como Eritrea y Somalia. Más de la mitad del pasaje tiene menos de 18 años. En concreto 67 son menores que viajan solos o con otros menores, sin ningún adulto, según el equipo de Médicos Sin Fronteras que lo atiende.