Un análisis indica que la delincuencia se concentra «donde es más rentable»

El Mundo, 28-04-2006

El índice de barceloneses que asegura haber sido víctima de algún tipo de delito ha aumentado desde 1998 hasta superar ya el 20%. Este porcentaje se atribuye desde el Ayuntamiento a la inmigración, la globalización y la pérdida de control fronterizo.


Dos de cada diez residentes del área de Barcelona han sufrido algún delito. Los datos, sin embargo, sólo representan a los ciudadanos que denunciaron ser víctimas. A mediados de los ochenta eran tres de cada diez ciudadanos los que aseguraban haber sido victimizados, en la década de los noventa el índice descendió a la mitad y, actualmente, ha vuelto a subir.


La capital catalana no puede considerarse una ciudad especialmente insegura en comparación con otras ciudades europeas del mismo rango poblacional, según dice Juli Sabaté, autor de un estudio sobre la delincuencia de los últimos 22 años en Barcelona y su área metropolitana. La delincuencia, señaló el sociólogo, no entiende de territorios ni de barrios: es una actividad económica que se produce «allí dónde es más rentable». Esto es, en el centro de las ciudades – Ciutat Vella – , pero también en los barrios mejor posicionados económicamente – Sarrià, Pedralbes, Les Corts – , que curiosamente son los que desprenden mayor seguridad en la percepción generalizada.


«El Barrio Chino ha sido menos peligroso que Sarriá durante muchos años», asegura Sabaté, para añadir que la seguridad se tiene más en cuenta actualmente que hace unos años y que tal vez sea eso lo que nos convierta en un poco más miedosos. El aumento del bienestar también conlleva un alza de los temores, esgrime el experto, quien sostiene que la percepción de inseguridad no se corresponde con el número de delitos que se cometen.

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