El 'Aquarius' pide un puerto para desembarcar a 141 inmigrantes y España de momento no se ofrece

Entre los inmigrantes rescatados hay 73 menores, 67 sin acompañante

El Mundo, OLGA R. SANMARTÍN / EUROPA PRESS, 13-08-2018

El buque de salvamento marítimo Aquarius, gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, ha lanzado un mensaje a los gobiernos europeos para que puedan desembarcar “en el lugar seguro más cercano” y cuanto antes a los 141 inmigrantes y refugiados que fueron rescatados el viernes cuando viajaban a bordo de dos pateras. El Gobierno español por el momento no se ha ofrecido a acoger el barco, a diferencia de lo que hizo Pedro Sánchez el pasado 11 de junio. Fuentes de La Moncloa han explicado a EL MUNDO que “no hay una decisión tomada” porque las ONG “no han realizado una petición formal” al Ejecutivo español. “Sólo tenemos informaciones extraoficiales y hay que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos”, han añadido las fuentes del Gobierno, que recuerdan que a este asunto “hay que darle una solución conjunta” y señalan a “otros países, como Francia, que también tienen algo que decir”. La llamada de auxilio ha sido conjunta a todos los países de la UE, según explica un portavoz de MSF. De hecho, prefieren desembarcar en el puerto seguro más cercano, que sería Malta, antes de tener que viajar hasta España. ¿El motivo? “Ir hasta España otra vez nos dejaría fuera de la zona de rescate durante 10 días y ahora sólo sólo hay un único barco humanitario en la zona, porque el Open Arms se encuentra en Algeciras”. Las dos ONG han apelado a las obligaciones contempladas dentro del Derecho Marítimo Internacional para solicitar el desembarco de las 141 personas localizadas en aguas internacionales. La amplia mayoría proceden de Eritrea y Somalia y en el grupo viajan 73 menores de edad, 67 de ellos sin un acompañante adulto. “Aunque el estado médico de los rescatados es estable por ahora, muchos están extremadamente débiles y desnutridos. Muchos cuentan que han estado retenidos en condiciones inhumanas en Libia”, ha informado MSF en un comunicado difundido este domingo. El Aquarius contactó durante las dos operaciones de rescate llevadas a cabo el viernes con “todas las autoridades competentes”, incluidas las de Italia, Malta, Túnez e incluso Libia. Las autoridades libias emplazaron al barco a atracar en otro lugar, si bien las ONG han recordado que el país norteafricano “no está reconocido como un lugar seguro” y, por tanto, no devolverán allí a los migrantes. El Aquarius navega ahora hacia el norte con vistas a solicitar el desembarco. El coordinador de rescates de SOS Mediterranée, Nick Romaniuk, ha considerado “de la máxima importancia” que “los supervivientes sean llevados cuanto antes a un lugar seguro donde se puedan cubrir sus necesidades básicas y quedar protegidos frente a los abusos”.
Por su parte, el coordinador de proyectos de MSF Aloys Vimard, a bordo del Aquarius, ha asegurado que las acciones del viernes de manifiesto ponen en cuestión la “capacidad” del Centro de Coordinación de Rescates de Libia para “coordinar completamente” el auxilio a embarcaciones en peligro. “Un rescate no esta completo hasta el desembarco en un lugar seguro. El Centro libio nos dijo claramente que no podía dárnoslo. Además, no informaron al Aquarius de que sabían que había embarcaciones en peligro, a pesar de que nosotros estábamos cerca y les ofrecimos nuestra ayuda”, ha lamentado Vimard, quien ha querido recordar cómo los gobiernos europeos “han dedicado todos sus esfuerzos a apoyar” a los guardacostas libios durante estos años. SIN AUXILIO Los inmigrantes y refugiados rescatados por el Aquarius también han contado al personal de las ONG que se encontraron en el Mediterráneo hasta con cinco barcos que se negaron a prestarles ayuda, lo que según Vimard demuestra que, además de cientos de vidas, “está en juego el principio de dar asistencia a personas en peligro en el mar”. El portavoz de MSF ha reconocido que estas reticencias de los barcos civiles pueden deberse al temor a quedarse atrapados en un limbo legal y político si no logran que ningún país les brinde un puerto seguro en el que desembarcar. “Las políticas diseñadas para impedir que la gente llegue a Europa a cualquier coste está provocando más sufrimiento y forzando a quienes ya son vulnerables a iniciar viajes todavía más arriesgados en busca de seguridad”, ha advertido. De hecho, esta es la primera vez que el Aquarius sale al Mediterráneo desde el conflicto generado el pasado mes de junio, cuando Italia y Malta se negaron a recibir al buque y a los 630 migrantes rescatados que iban a bordo. Finalmente tuvo que atracar en Valencia, aunque desde entonces Italia y Malta mantienen sus puertos cerrados a las ONG.

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