EDITORIAL

El teatro de la mano dura

Frente a las posiciones de los ministros del Interior de Austria, Italia y Alemania, en la política migratoria se necesitan soluciones reales y dignas

El Periodico, , 13-07-2018

Reducir “en lo posible a cero” la inmigración ilegal a la Unión Europea. Esa es la intención de los ministros de Interior de de Alemania, Austria e Italia, reunidos antes del Consejo de Ministros de Justicia e Interior comunitario celebrada en Innsbruck. Se trata de “poner orden”, afirmaron. De “enviar el mensaje claro de que en el futuro deberá ser imposible pisar suelo europeo”. Sin duda, una notable exhibición de contundencia que topa con la tozudez de la realidad. No hay ultimátum que valga para la persona que está dispuesta a poner en riesgo su vida y, aún peor, la de sus hijos en un desesperado viaje para llegar a Europa. Basta contrastar la firmeza de los ministros Seehofer, Kicki y Salvini con los últimos datos de Médicos sin Fronteras: más de 600 inmigrantes han muerto en las últimas cuatro semanas en el Mediterráneo.

Alemania, Austria e Italia saben que no es posible levantar un muro que aísle a Europa, pero sí es posible alzarlo entre los inmigrantes y la mirada de los ciudadanos europeos. La gesticulación de la mano dura alimenta la deshumanización de los inmigrantes, los culpabiliza de su huida y les condena, aún más, a la marginalidad. Una espiral que incrementa los conflictos sociales y, al fin, se traduce en más votos para la derecha más conservadora y la ultraderecha. Precisamente, las posiciones lideradas por los tres ministros del pacto. Frente a la gesticulación de la mano dura se necesita desarrollar alternativas que, desde los valores europeos, aporten soluciones reales y dignas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)