Un hombre fue detenido en Melilla cuando trataba de introducir en la ciudad desde Marruecos a un inmigrante subsahariano oculto en el doble fondo de su coche, en el que también viajaban su esposa y cuatro hijos menores de edad.

La detención se produjo el viernes a medianoche en el puesto fronterizo de Beni – Enzar, cuando los agentes aduaneros procedieron a una identificación rutinaria del coche, un Mercedes 250 de matrícula de España en el que viajaba una familia española con cuatro hijos de entre siete y trece años, uno de ellos minusválido. Tras vaciar el maletero, atestado de enseres, alimentos y una silla de ruedas, se localizó un doble fondo en el que iba oculto boca arriba un joven de origen subsahariano «completamente aprisionado, entumecido y con la respiración agitada por la falta de espacio y de oxigeno», según la Guardia Civil.

Disposición judicial

El conductor detenido es H. J. B., español de 47 años y residente en Melilla, donde ayer pasó a disposición judicial como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Mientras, el inmigrante irregular, que fue atendido en el lugar de los hechos, ha quedado a disposición del juez en calidad de testigo y se le aplicará posteriormente la Ley de Extranjería.

Según la Guardia Civil, la «eficacia» de las medidas desplegadas en el perímetro fronterizo y el «estimable» apoyo de las fuerzas de seguridad marroquíes han causado que las mafias que se lucran con la inmigración ilegal ingenien nuevas formas de actuación. En este caso, agregó el instituto armado, utilizaron «la apariencia de una familia» que regresa a Melilla desde Marruecos por la noche «tras pasar un día de campo o playa», lo que dificulta el trabajo.