Los inmigrantes aportan 12 euros a la región por cada uno que se gasta en ellos

ABC, 22-04-2006


M. J. ÁLVAREZ

MADRID. Los inmigrantes no compiten por los mismos empleos que los autóctonos; cobran unos salarios significativamente más bajos – entre un 30% y un 50% menos en función de su situación legal – ; casi uno de cada cuatro trabaja sin contrato y su tasa de actividad supera la media nacional: 90% frente al 60%. Todo ello se traduce en el incremento del número de afiliados a la Seguridad Social relativo a la los ciudadanos extranjeros no comunitarios, que creció un 36% en el primer semestre de 2005.

Éstos son, a grandes rasgos, las principales conclusiones del estudio «Impacto Económico de la Inmigración en la Comunidad», relativo a 2005, elaborado por la Universidad Autónoma, presentado ayer por el consejero de Economía e Innovación Tecnológica, Fernando Merry del Val, y su homóloga de Inmigración, Lucía Figar.

Ahorran más y gastan menos

La tasa de extranjeros residentes en la región asciende al 16% (950.000 empadronados en diciembre y 824.388 en julio pasado, cifra empleada en la elaboración del informe). De ellos, 759.875 son los denominados inmigrantes económicos, ya que no pertenecen a la Unión Europea, EE.UU. o Japón (el 32% del total son irregulares), vienen básicamente a trabajar y son muy jóvenes: el 83% se sitúa en el tramo de edad potencialmente activa, frente al 70% de la población regional.

La riqueza que generan es cuantiosa. No en vano, aportan cerca del 10% del PIB regional (9,7%), lo que se tradujo en 14.300 millones de euros en 2005 y su aportación fiscal ascendió a 1.100 millones (65% a la Seguridad Social y 35% vía impuestos). Todo ello llevó a decir a Figar que por cada euro que la Administración regional se gasta en este colectivo (1.300 millones), ellos devuelven o revierten 12 a la economía.

Además, otro aspecto destacado es que, a pesar de que sus sueldos son más precarios, gastan menos: dedican el 70% de su renta al consumo y el 30% al ahorro, unas cifras que en el caso de los madrileños se convierten en el 90% y el 10% respectivamente.

De ahí que sean cada vez más sustanciosas las remesas que envían a sus países de origen con el fin de ayudar a sus familiares y que alcanzaron los 1.600 millones de euros en 2005, un 1% del PIB regional, si bien el Banco de España reduce la cifra a 917 millones, ya que sólo contabiliza el cauce bancario para las remesas. Merry concluyó diciendo que la «Comunidad funciona como un imán para los mejores talentos de dentro y fuera del país».

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