El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, anunció ayer “la voluntad” de Marruecos de aceptar la devolución de los sin papeles subsaharianos que llegan a España desde sus costas. Sin embargo, el director general de Interior del Gobierno de Rabat respondió con ironía a la pregunta de EL PAÍS sobre cuándo comenzarán las repatriaciones: “Desde 1992”, dijo con una sonrisa. Ése año Marruecos firmó con España el acuerdo en el que se comprometió a aceptar las devoluciones y nunca lo ha cumplido.

El anuncio del secretario de Estado español – y la manifestación de escepticismo del director general marroquí, Mohieddine Amzazi – tuvieron como escenario la conferencia de prensa con la que finalizó, en Madrid, la séptima reunión del Grupo de Trabajo Permanente Hispano Marroquí sobre Inmigración. El encuentro se celebró en la sede de la Secretaría de Estado de Inmigración, que dirige Consuelo Rumí. Por parte marroquí asistieron, además de Amzazi, el gobernador y director de Migración y Vigilancia de Fronteras, Jalid Zeruali, y el director de Asuntos Consulares y Sociales, Jauad Hindi.

El secretario de Estado de Seguridad español anunció ante los periodistas “la voluntad de ambos países de ejecutar la parte del acuerdo de [13 de febrero de] 1992 relativa a la readmisión de nacionales de terceros países” que lleguen a España desde sus costas. Camacho añadió que los gobiernos de Madrid y Rabat están trabajando en un plan para aplicarlo “en régimen de plenas y totales garantías para las personas repatriadas”.

El acuerdo, que se halla en vigor, obliga a Marruecos a asegurarse de que los extranjeros que readmita sean enviados lo antes posible a su Estado de origen o al Estado donde comenzaron su viaje. También endosa a Rabat los gastos de transporte de cada inmigrante desde España a Marruecos y desde Marruecos a su país de origen.

El director general marroquí, que intervino después del secretario de Estado español, declaró ante la prensa: “Estamos ante el final de una etapa y al principio de otra nueva”, y corroboró que ambos Gobiernos trabajaban para que las futuras repatriaciones se efectúen “desde el respeto a la dignidad y en aras de garantizar la máxima transparencia”.

Minutos más tarde, en un aparte con este periódico, afirmó: “Marruecos está dispuesto a respetar el acuerdo bilateral siguiendo las modalidades de aplicación concreta de dicho acuerdo bilateral”. ¿Cuándo comenzarán a admitir las repatriaciones? “Desde 1992”, respondió.

Desde ese año, las autoridades de Rabat sólo han aceptado la devolución 106 subsaharianos en situación irregular con cargo al acuerdo. En 2005, cuando admitieron a varias decenas procedentes de Ceuta y Melilla, advirtieron de que lo hacían de forma excepcional y no en cumplimiento del acuerdo de 1992.

A pesar de su constante vulneración del acuerdo, los marroquíes no han dejado nunca de alentar las esperanzas españolas acerca de su cumplimiento. Entre los políticos que anunciaron su rápida aplicación figuran el ex primer ministro Abderramán Yussufi y el actual, Driss Jettú. Y entre los responsables españoles que les creyeron están los ex ministros del Interior Mariano Rajoy y Ángel Acebes.

El asunto de la repatriaciones de subsaharianos dejó en segundo plano un anuncio de la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí: España y Marruecos han alcanzado un consenso sobre el contenido del futuro acuerdo de prevención, protección y repatriación de menores inmigrantes marroquíes no acompañados.