Sánchez y Macron quieren que la UE financie en suelo europeo centros de control migratorio

La idea, consensuada con Merkel, pretende ser un complemento a las plataformas temporales en terceros países planteadas por Tusk

Diario Sur, FERNANDO ITURRIBARRÍA, 24-06-2018

Crear centros cerrados de desembarco en suelo europeo desde donde se gestione la situación de los inmigrantes, se reparta a los países del bloque comunitario a aquellos que tienen derecho al asilo y se devuelva a los Estados de origen a los que no cumplan la condición de refugiado. Es la propuesta común consensuada con la canciller alemana, Angela Merkel, que el jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, y el presidente español, Pedro Sánchez, van a plantear hoy a sus socios participantes en la mini – cumbre informal convocada en Bruselas por el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker.

El acuerdo en materia migratoria y de asilo para salir de la crisis política que fisura la cohesión de la Unión Europea es el principal fruto de la primera reunión de trabajo mantenida por Macron y Sánchez ayer en el palacio del Elíseo. El mandatario francés explicó que la idea de los centros cerrados es una «solución diferente y complementaria» a la propuesta hecha en el borrador de conclusiones para la cumbre de Bruselas de los próximos jueves y viernes por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que es partidario de la creación de «plataformas regionales de desembarco» en los países africanos de origen y tránsito de los flujos migratorios.

La iniciativa de París, Madrid y Berlín obedece, en palabras de Macron, al principio humanitario de socorro consistente en que «el país más seguro es el más próximo» al lugar donde se encuentren los barcos con migrantes a bordo. «Una vez desembarcados en el suelo europeo, somos favorables a poner en marcha centros cerrados en conformidad con el comisionado de la Naciones Unidas para los refugiados y la organización internacional para las migraciones», expuso.

En esos establecimientos, financiados con fondos europeos, se tratarían los expedientes de los peticionarios de asilo para agilizar los trámites y devolver a sus países a aquellos que no gocen de ese derecho. «Queremos que haya una solidaridad europea para que cada país asuma de manera organizada a las personas que tienen derecho al asilo», argumentó el anfitrión. «Es una solución de cooperación que respeta ese derecho», añadió.

Por su parte, Sánchez declaró que «apoyamos, por supuesto y como no puede ser de otra manera, la propuesta que hacemos conjunta de Francia y España a Italia para resolver la cuestión del buque que ahora está en la costa italiana». Se refería con ello al barco de la ONG alemana Mission Lifeline, que navega entre los litorales de Malta e Italia con 239 migrantes a bordo.

«Coincido en que la política migratoria tiene que ser común, basarse en la solidaridad, la responsabilidad y el respeto a los derechos humanos y que tenemos que reforzar la cooperación bilateral con los países de origen y tránsito, con quienes este diálogo es inevitable», manifestó el presidente español. Su interlocutor puso a España como ejemplo de gestión de la «verdadera crisis migratoria» de los cayucos en la década pasada, cuando adoptó un enfoque «muy pragmático» con Senegal de «respeto mutuo» para al final «arreglar el problema».

Macron se mostró a favor de que haya mecanismos sancionadores en caso de no solidaridad en el reparto de los demandantes de asilo. «No se puede tener países que se benefician masivamente de la solidaridad de la Unión Europea y que reivindican masivamente su egoísmo nacional cuando se trata de temas migratorios», advirtió en alusión a los miembros del grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa), que se opone con firmeza a la distribución obligatoria de refugiados en la UE.

En la reforma de la unión económica y monetaria, Sánchez brindó su apoyo «entusiasta» al acuerdo de Mesenberg firmado por Macron y Merkel para poner en marcha el presupuesto de la eurozona, «un paso que ha tardado mucho en darse pero que lógicamente era necesario darlo». El líder socialista se comprometió a trabajar para que la próxima semana en Bruselas haya «un mandato claro, firme e inequívoco» y con ello el pacto franco – alemán vea la luz «más pronto que tarde». Eso sí, pidió también que se cuente con España para la redacción de las cuestiones más concretas y técnicas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)