La ministra de Defensa de Italia, Elisabetta Trenta, afirmó hoy que el país está preparado para “proporcionar recursos adicionales a la Guardia Costera de Libia” y permitir que controlen sus aguas y frenen los flujos migratorios hacia Europa.

Trenta se expresó en estos términos en una entrevista concedida al canal de televisión privado Sky y dijo que “lo importante es que los libios puedan controlar su territorio”.

Afirmó también que si los rescates de migrantes que salen en barcaza al Mediterráneo con la intención de llegar al Viejo Continente ocurren en aguas próximas a Libia, tienen que ser los guardacostas de este país los que intervengan.

“Si la emergencia, con la lancha neumática de migrantes en dificultad, se produce en el área de búsqueda y rescate de Libia, es Libia la que debe intervenir”, apuntó.

“Tenemos que determinar claramente de qué parte del mar estamos hablando, porque si hablamos del área cercana a Libia, que ha sido delimitada y que llamamos área SAR (de búsqueda y rescate), en esta zona es competente la Guardia Costera de Libia”, agregó.

Explicó que los guardacostas libios han sido formados para luchar contra los traficantes de personas y “tienen toda la capacidad en este momento” para desarrollar esta labor “y también los medios”.

Finalmente, opinó que Italia debe agilizar la gestión de las solicitudes de asilo de las personas que ya están en su territorio para determinar pronto quién tiene derecho y quién no.

Trenta se refirió así a quién tiene la responsabilidad de intervenir si los salvamentos ocurren en la zona próxima a Libia, después de que esta semana el ministro italiano de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, advirtiera de que las ONG, al acercarse demasiado a Libia para asistir a los migrantes en dificultad, están incentivando el efecto llamada.

Toninelli además criticó que la ONG alemana Lifeline no atendiera a los guardacostas italianos el miércoles cuando socorrió a 224 personas, a pesar de que Italia le había advertido de que se encargarían los libios.

El barco de esta organización se encuentra actualmente en el Mediterráneo, con 230 personas a bordo y cerca de Malta, a la espera de que algún país le permita desembarcar en puerto seguro, tras las negativas de Italia y Malta.