La UE asegura que «no defendemos un Guantánamo» en el norte de África

La Comisión confirma que ya ha mantenido contactos con varios países para crear campos para gestionar la llegada de extranjeros a Europa

Diario Sur, ADOLFO LORENTE, 22-06-2018

En efecto, la cosa va en serio. El comisario europeo de Migración, Interior y Asilo, Dimitris Avramopoulos, defendió ayer la creación de campos de migrantes en el norte de África para controlar los flujos migratorios que llegan a Europa. No sólo ha pedido a los países que exploren esta posibilidad, sino que admitió que ya ha habido contactos ‘ad hoc’ con varios de estos países. Ante las muchas críticas generadas, el comisario se mostró tajante: «Estamos en contra de una bahía de Guantánamo para inmigrantes, esto va en contra de los valores europeos. No es eso lo que estamos proponiendo. La Convención de Ginebra está ahí, viva, y nos está guiando».

En este sentido, explicó que «nos gustaría intensificar nuestra relación con países como Argelia, Egipto, Libia, Túnez, Níger o Marruecos». ¿Cómo? Por ejemplo, con un aumento de la financiación y el apoyo material para que «mejoren la gestión de sus fronteras y la lucha contra los traficantes, así como evitar las salidas al mar».

Según el comisario, estos desembarcos regionales darían a los inmigrantes «la protección y dignidad que merecen» y ha remarcado que se deben «respetar las leyes internacionales y los más altos estándares de derechos humanos». Avramopoulos compareció ante los medios para recordar cuál es la hoja de ruta de la Comisión de cara a la minicumbre extraordinaria convocada para este domingo por Jean – Claude Juncker en un claro intento de cerrar heridas antes del encuentro de jefes de Estado y de gobierno de finales de la semana que viene.

Entre los invitados, destacará la figura de Pedro Sánchez, que debutará en estas lides comunitarias como nuevo presidente del Gobierno español. Estarán todos los grandes. La canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron (recibirá mañana en París a Sánchez), el primer ministro italiano, Giussepe Conte, el austriaco Sebastian Kurz, el holandés Mark Rutte, el griego Alexis Tsipras, el maltés Joseph Muscat, el belga Charles Michel o el búlgaro Boiko Borisov.

«La migración vuelve a ser noticia de primera plana, lo que es un acicate para mí porque significa que existe una voluntad política creciente de actuar y ponerse de acuerdo sobre una serie de cuestiones importantes que van a definir nuestra futura política de migración», recalcó. Como suele ser habitual, abogó por ver el vaso medio lleno. «Ya hemos recorrido un largo camino, si tenemos en cuenta dónde estábamos hace sólo tres años. Los líderes europeos deben comprometerse ahora a llegar a un acuerdo, antes de finales de año, sobre todos los componentes del Sistema Europeo Común de Asilo reforzado. Estoy convencido de que es posible. Es el momento de asumir nuestra responsabilidad para mantener y salvaguardar Schengen», dijo.

La creación de estos campos de refugiados salió a la luz a comienzos de semana, con el primer borrador de conclusiones de Consejo Europeo de los días 28 y 29. El documento no habla de campamentos de refugiados, sino que opta por un eufemismo muy del estilo bruselense: «plataformas regionales de desembarco».

‘Grosso modo’, lo que se busca es una migración más ordenada, un lugar dónde se pueda decidir quién tiene y quién no derecho a llegar a la UE en función de si es migrante económico (ilegal)o puede pedir asilo al proceder de países en conflicto donde sufren algún tipo de persecución racial o política. Lo que se busca es ‘desactivar’ a los traficantes de seres humanos y evitar que el mar siga siendo un cementerio. «Se han reducido las muertes en el Mediterráneo, pero no es suficiente», zanjó el comisario griego.

La teoría decía que el formato de la minicumbre ideada por Juncker estaba abierto a todos los líderes europeos, pero la realidad era bien diferente. Estarán todos lo que la Comisión quería que estuviesen, sobre todo Italia, el país clave de esta crisis. Conte había amagado con no acudir pero ayer Merkel le llamó por teléfono para convencerle y prometerle que tendrá muy en cuenta sus reivindicaciones.

Los que ayer pusieron el grito en el cielo fueron los países del Visegrado: Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, que emitieron un comunicado conjunto asegurando que no acudirán a la cita porque las cumbres de verdad se hacen a 28 y en el Consejo Europeo. Un malestar, por cierto, que también ha manifestado el equipo de su presidente, Donald Tusk, al considerar que este tipo de formatos selectivos no benefician a nadie.

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