31 migrantes llegan a Bilbao en cuatro días tras cruzar el Estrecho

Pasaron en cayuco de Marruecos a Tarifa tras pagar mil euros a una mafia; Ahmed y Rahim tienen familia en Nantes y van hacia allá

Diario Vasco, JESÚS J. HERNÁNDEZ, 21-06-2018

Lo primero que quieren comprobar es que los tres periodistas que les abordan no son policías ni fotógrafos. No hay más condiciones para sentarnos junto a Ahmed, de 21 años, y Rahim, de 19, en una sala apartada de la zona trasera de Termibus en Bilbao. Son las once de la mañana y ellos son los únicos del grupo que permanecen todavía en la estación cuatro horas después de desembarcar de un bus de Madrid. Forman parte de la treintena de inmigrantes subsaharianos que cruzaron el Estrecho en cayuco el pasado viernes y que ayer recaló en Bilbao en su ruta hacia Francia. «Son 31 personas y están en tránsito. Nosotros sólo estamos haciendo labores de asesoramiento», explican fuentes de Cruz Roja. Varios trabajadores de la ONG, sin ningún distintivo, se desplazaron de forma discreta a la estación bilbaína para esperar su llegada. Se limitaron a informarles de dónde estaban y les dieron algunas indicaciones básicas. Una fuente acreditada que prefiere no ser identificada explica que «este grupo llega a través de una mafia».

Ahmed y Rahim no hablan ni una palabra de español y sólo un puñado de ellas en inglés. Tiran de un francés impregnado del acento de Guinea Conakry, el país donde nacieron. Parecen tener poco en común, más allá de «un viaje terrible, con mucho miedo, en un barco muy pequeño» que les permitió cruzar el Estrecho el pasado viernes. Salieron de noche de la costa de Marruecos y tocaron la tierra prometida en Tarifa. Desde entonces, han cruzado la Península de punta a punta en menos de una semana.

Ellos dos, como el resto del grupo que llegó ayer a Bilbao, visten igual. Un pantalón y sudadera negra de tono muy oscuro. Es la ropa que les ha dado cruz Roja en Tarifa, que sólo varía un poco en las alpargatas. Ahmed las lleva rojas y Rahim negras. Los dos quieren llegar a Nantes, donde les esperan familiares pero cuentan que les falta algo de dinero para el bus a San Sebastián. Ahmed espera una transferencia de su hermano, que vive hace años en la ciudad gala. Quizá simplemente esperan que los periodistas nos vayamos para volver a contactar con algún miembro de la mafia. «He pagado unos 1.000 euros para venir desde Guinea», confiesa Ahmed. Salió en mayo y ha sido un viaje rápido comparado con el de Rahim, que asegura haber partido hace un año. Por gestos indica que hizo una parte andando que sitúa en «Mauritania». Llevan encima documentación de sus países de origen a diferencia de otros inmigrantes.

Las versiones sobre el destino final difieren. Las organizaciones que atienden a inmigrantes y refugiados consideran que el grupo al completo se dirige a Francia. Ahmed y Rahim relatan que una decena del grupo de la patera no ha llegado a Bilbao porque se dirigía a Madrid o Barcelona.

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