El buque humanitario Aquarius, de la ONG SOS Méditerranée con apoyo de Médicos Sin Fronteras, ha zarpado este miércoles a las 14.28 horas del puerto de Valencia, camino del Mediterráneo central, a aguas internacionales frente a la costa de Libia y Sicilia, para continuar con sus labores humanitarias de rescate y salvamento en el mar.

Las otras dos embarcaciones de la armada italiana, el Dattilo y el Orione, que junto al barco de la organización humanitaria francesa trasladaron a Valencia a los 630 inmigrantes rescatados de aguas libias, han partido esta mañana a las 8 horas.

“El Aquarius va a navegar a la zona de rescate de Libia, que es donde se nos necesita más que nunca”, ha manifestado antes de partir el coordinador de rastreo y rescate de SOS Méditerranée, Nicolas Stalla, quien ha añadido que la posibilidad de volver a Valencia “no es el plan” y “no se debería repetir porque lo suyo es ir al puerto más cercano”.

Stalla ha señalado asimismo que, en caso de que Italia volviera a negarse a acoger inmigrantes de otro rescate, reclamarían de nuevo la intervención de las autoridades competentes para que “se cumpla la legalidad” y se garantice el protocolo de acogida del puerto “más cercano”.

Por su parte, el coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el Aquarius, Aloys Vimard, ha lamentado que los políticos “no estén asumiendo su responsabilidad” en este drama humanitario, y ha defendido que la prioridad deben ser las personas y atender sus necesidades de “seguridad”, así como respetar su “dignidad” y tratarles como “seres humanos”.

Médicos Sin Fronteras, ha añadido Vimard, seguirá como organización humanitaria su trabajo de salvamento frente a las costas de Libia porque es su “responsabilidad”.

Antes de zarpar, la tripulación del Aquarius, que componen 32 personas (nueve de MSF, trece de SOS Mediterranée y diez de la tripulación), se ha despedido con abrazos y muestras de gran emoción del equipo de MSF de Valencia que les ha acompañado desde su llegada, el pasado domingo, al puerto valenciano.

“Estamos muy agradecidos por la acogida que hemos tenido en España”, ha señalado visiblemente emocionada Aoife, enfermera irlandesa del Aquarius, a un grupo de periodistas y cooperantes de MSF en la carpa ubicada frente al buque, donde el pasado domingo se realizaron las primeras atenciones a los inmigrantes a su llegada al puerto.

“Tengo sentimientos contradictorios, de emoción, preocupación por la nueva aventura de mis compañeros y por no poder estar ahí”, ha señalado a EFE una de las cooperantes de MSF recién llegada de Yemen.

Médicos Sin Fronteras de España ha preparado 400 kits que han embarcado en el buque humanitario para los nuevos rescates, con ropa, mantas, toallas, agua, zumo y barras energéticas para las primeras atenciones en los nuevo rescates en alta mar.

La salida del Aquarius de Valencia no ha tenido la gran repercusión mediática que tuvo su llegada el pasado domingo, con cerca de 700 medios acreditados, y solo ha sido seguida por un grupo de medios de comunicación españoles y un equipo de la BBC, que había pedido embarcar en el buque hace mes y medio y no esperaba hacerlo este miércoles desde Valencia.

El buque humanitario, con banderas gibraltareña y española (esta última por encontrarse en este país), ha soltado amarras minutos antes de las 14.30 horas, y la tripulación ha despedido desde la cubierta a su compañeros y periodistas que se encontraban en el muelle con un grito unánime: “¡Gracias!”.