donostia- Los 46 inmigrantes subsaharianos que llegaron el lunes en autobús a Donostia no fueron abandonados en la estación. Así lo indicó ayer a este periódico el coordinador provincial de Cruz Roja Almería, Francisco Vicente, quien aseguró que fletar autocares con migrantes a otras ciudades estatales es “un procedimiento habitual” en la organización. “Lo que ocurrió fue un fallo de coordinación”, añadió, ya que la entidad almeriense dio el aviso a Cruz Roja Euskadi, pero esta no informó a su delegación guipuzcoana de la llegada del grupo. Por eso, cuando el autobús entró en la estación nadie aguardaba, proyectando la imagen de que habían sido abandonados a su suerte. Finalmente, las instituciones del territorio reaccionaron y formaron “un dispositivo de urgencia” para trasladarlos.

Según explicó Vicente, ante masivas llegadas de pateras a las costas almerienses, Cruz Roja otorga a cada inmigrante un kit de viaje y un billete al destino estatal que seleccionen, comúnmente Madrid, Barcelona o alguna ciudad cercana a Almería. “Donostia no suele ser un destino habitual”, aseguró el coordinador, explicando que los 46 inmigrantes llegados a la capital guipuzcoana buscaban alcanzar Francia como objetivo final.

El buen tiempo de los últimos días en el estrecho de Gibraltar ha propiciado una mayor afluencia de pateras que tiene a la Cruz Roja “desbordada”. “Hemos recibido en un fin de semana el doble de personas que han llegado en el Aquarius”, explicó.

En situaciones como esta, los CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) carecen de espacio para acogerlos, por lo que la Policía los deja libres sin ni siquiera pasar por los centros. Cruz Roja es entonces la encargada de atenderles y facilitarles el viaje a un nuevo destino para reunirse con parientes o amigos.

“Normalmente están entre 48 y 72 horas en los CIE antes de quedar libres, pero cuando llegan tantos a la vez, es imposible”, comentó el coordinador almeriense.

Ante la imposibilidad de desplazar un autobús al país galo, desde la propia Cruz Roja recomendaron al grupo de 46 subsaharianos que tenían como destino final Francia dirigirse a la capital guipuzcoana. Para llevarlo a cabo, Cruz Roja Almería puso en marcha el protocolo habitual: avisar a los coordinadores de la entidad en el territorio de destino para que recibieran y atendieran a los desplazados.

No obstante, nadie de la organización guipuzcoana esperaba su llegada. “La comunicación ha sido la normal en estos casos entre ellos y nosotros”, aseguró Vicente, achacando lo ocurrido a “un fallo de coordinación”. “El autobús llegó una hora y media antes de lo previsto, y por eso, seguramente no había nadie. Es lógico que los inmigrantes se desorientaran”, afirmó, al tiempo que añadía que el propio chófer del autocar fue el primero en dar el aviso a Cruz Roja Almería de la ausencia de miembros de la organización en la estación.

Para conocer la causa real de este desajuste, Cruz Roja en Euskadi llevó a cabo ayer varias reuniones internas. En ellas detectaron que, aunque Cruz Roja de Almería había avisado de la partida del grupo a sus homólogos en Euskadi, esta no informó a la organización guipuzcoana de la hora de llegada del grupo.

Por este motivo, la propia Cruz Roja Gipuzkoa y la Diputación “desconocían totalmente” la llegada de los inmigrantes, que estuvieron varias horas solos en la estación de autobuses siendo atendidos en un primer momento por los propios viajeros que se encontraban en la zona.

No obstante, fuentes de Cruz Roja Gipuzkoa aseguraron que, de todos modos, el albergue habría sido “improvisado y de urgencia” , puesto que nunca antes había llegado un grupo de inmigrantes tan numeroso a la capital guipuzcoana. “Lo normal es que vengan dos o tres personas que tienen familiares cerca, y estos mismos son los encargados de recibirles”, indicaron al respecto.

“son libres”Los 46 inmigrantes, 45 de ellos de Mali y uno de Guinea Conakry, fueron entrevistados ayer en el albergue “de urgencia” que Cruz Roja, la Diputación y el Ayuntamiento donostiarra instalaron en Ategorrieta para conocer cada situación y su futuro destino.

“Son libres y por lo tanto, les toca a ellos ahora decidir lo que quieren hacer: si pedir asilo o dirigirse a otras instituciones”, aseguró en rueda de prensa el portavoz de la Diputación, Imanol Lasa, añadiendo que la tutela de los dos menores del grupo, ambos de 16 años, pasará a ser del ente foral.

Lasa incidió en que la institución no ha querido indagar en lo sucedido con el autobús, aunque afirmó que el grupo “contaba con el visto bueno de la Cruz Roja y de la propia Policía cuando llegaron a Almería”.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, afirmó, por su parte, que los inmigrantes “aparecieron sin avisar”, lo que obligó al Consistorio a actuar de inmediato. “Hemos hecho lo que creo que es nuestra obligación, que es, en primera instancia, atenderlos y tratar de ver qué necesidades van a tener a partir de ahora”, aseguró.

El grupo, en palabras de Goia, se encuentra “bien, aunque cansado”. En el albergue de Cruz Roja se les ha proporcionado ropa, comida, alojamiento y revisiones médicas, además de la posibilidad de contar con un equipo jurídico, hasta su decisión futura.