Pasadas las dos primeras noches y con las necesidades básicas cubiertas, los migrantes del Aquarius que permanecen en el complejo educativo de Cheste (Valencia), buscan ahora la manera de contactar con sus familias. Aquí se albergan los hombres solteros y mayores de edad, y ya se les ha visto jugando a fútbol distendidamente con alumnos valencianos de Formación
Profesional (FP).

En las últimas horas han aparecido en los alrededores de la zona donde duermen en literas cintas de la Policía
Nacional y presencia de agentes de la Guardia
Civil, que junto a la presencia de inmigrantes en las localidades de los alrededores, han despertado las alarmas de personas que pensaban que “se habían escapado”.

Desde la Policía Nacional y desde la Guardia Civil lo desmienten. Recuerdan que estas personas “no están en una cárcel” y que tienen un permiso para “deambular con libertad por España”, de manera que descartan la posibilidad de que se puedan “fugar”. En cualquier caso, subrayan que “no ha pasado nada” y que ninguno de ellos ha abandonado el centro. Simplemente “salen a dar una vuelta”, algunos para matar el tiempo, y otros, en busca de tarjetas de telefonía para contactar con sus familiares.

De hecho, uno de los estudiantes de FP que han jugado a fútbol con los inmigrantes cuenta que uno de ellos lo primero que hizo fue pedirle si podía llamar a los suyos con su móvil. “Su familia no sabía ni que estaba en Valencia”, asegura.