Cartas desde el exilio en Líbano

Un grupo de alumnos sirios y otro de un centro madrileño se intercambian dibujos en los que muestran su realidad. Hay 33 millones de niños refugiados en el mundo

El País, Patricia Peiró, 19-06-2018

Comienza un día de clases como otro cualquiera. El grupo de alumnos que ocupa los pupitres son hijos de la guerra que asola Siria desde hace ocho años y por fin han encontrado la protección que necesitaban entre las cuatro paredes de esta aula en Líbano. El profesor, también refugiado, enciende el aparato de música y suena una melodía relajante. Pide a los niños que dibujen lo que se les ocurra, con la idea de que en los papeles aparecerán escenas sangrientas o dolorosas. Pero no es así, y las obras de esos pequeños estudiantes muestran paisajes coloridos, seguridad y una mirada hacia el futuro. Estos dibujos convertidos en misivas han sido entregados este martes a sus destinatarios: otro grupo de alumnos del colegio Divino Corazón de Madrid que habían realizado en mismo ejercicio en su clase. Joana ha sido la encargada de dar la correspondencia española en este intercambio de cartas entre alumnos sirios y españoles. “Nosotros también hemos dibujado cómo nos imaginamos el futuro”, ha asegurado al dársela al profesor de los niños refugiados.

El encargado de traer la correspondencia ha sido el maestro Hanna Khoury, también refugiado en el país vecino. Tras seis años de convivencia diaria con las bombas y el desastre, el 3 de octubre de 2016, este hombre abandonó su Alepo natal y sus planes como estudiante de económicas para comenzar otra carrera como maestro de las escuelas del Servicio Jesuita de Refugiados (SJR). “Cuando llegué a ese país tenía claro que iba a seguir con mis sueños, aunque fueran otros a los que yo tenía pensado. Al haber vivido lo mismo que ellos en Siria, puedo entender mucho mejor lo que sienten”, ha explicado. El docente ha señalado que lo que se ve en estos dibujos es el resultado de todos estos meses de trabajo.

Al encuentro organizado por la ONG Entreculturas, también ha acudido el director de proyectos del SJR en la ciudad libanesa de Bourj Hammoud, Fadi Daou. “De los aproximadamente 550.000 niños refugiados que hay en Líbano, el 60% no está dentro del sistema educativo. Los pequeños que vienen a las escuelas necesitan tanto la educación como el apoyo psicológico, porque acarrean traumas graves”, ha apuntado. “Las claves de lo que nosotros pedimos se encuentran en los verbos acoger, proteger, promover e integrar”, ha añadido la responsable de estudios e incidencia Entreculturas, Valeria Méndez de Vigo.

Este miércoles 20 de junio se celebra el Día Internacional de las Personas Refugiadas. En el acto de intercambio de cartas se ha recordado que en todo el mundo hay 33 millones de niños refugiados, según los últimos datos de Acnur, la agencia de la ONU para este colectivo. “Las necesidades humanitarias en Siria han aumentado significativamente desde el comienzo de la crisis y 13,5 millones de personas necesitan ayuda, entre las que hay más de 6 millones de niños”, puntualiza la agencia. El desplazamiento forzoso del lugar de origen suele alargarse hasta 17 años, lo que quiere decir que muchos de los pequeños pasan gran parte de su vida escolar en condiciones precarias.

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