«Pasé cincuenta días en un CIE y pude salir, pero sigo sin papeles»

Donny se coló en el ferry de Bilbao a Gran Bretaña, cuando fue descubierto y llevado al centro de Aluche. «Es como una cárcel».

Diario Vasco, ARANTXA ALDAZ, 16-06-2018

Tiene 22 años y se llama Donny. Es uno de los ciudadanos albaneses que ocupaban un campamento provisional de Ziérbena, ya desalojado, con el objetivo de colarse en el ferry que conecta el Puerto de Bilbao con Gran Bretaña, una de las rutas utilizadas por los inmigrantes ilegales, también aprovechada por las mafias. Lo logró una vez y a su llegada fue descubierto, se hace entender en un castellano que chapurrea al otro lado del teléfono. Devuelto a España, fue ingresado en el CIE de Aluche. «Como una cárcel», explica. En teoría, los centros de internamiento de extranjeros no cumplen una función penitenciaria, pero las organizaciones sociales que trabajan con inmigrantes y las personas que han tenido acceso a estas instalaciones las describen como centros de «ambiente carcelario». Allí pasó «cincuenta días». «Dormía con más personas», trata de describir aunque la dificultad del idioma le impide dar detalles. El máximo legal son sesenta días. Le dejaron libre, «gracias a abogado de oficio», añade él agradecido. «Pude salir, pero sigo sin papeles». Sobre él pesa una orden de expulsión y continúa en la clandestinidad. La ruta que emprendió no le llevó directamente a Euskadi. Primero recaló en Grecia, donde trabajó. También por Frankfurt, luego a Francia y en autobús finalmente se plantó en Bilbao, «para intentar ferry». Quiere intentar labrarse una vida en Euskadi, pero el rumbo lo irá marcando la brújula de las posibilidades de trabajo que pueda encontrar. Ha trabajado en la construcción y también en cocina.

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