El primer ministro francés, Edouard Philippe, dijo hoy en la Asamblea Nacional que su Gobierno está dispuesto a ayudar a España para acoger a las 629 personas que viajan a bordo del Aquarius y que fueron rechazadas por Italia y Malta.

“Evidentemente estamos dispuestos a ayudar a las autoridades españolas para acoger y analizar la situación de los que podrían querer beneficiarse del estatus de refugiado”, respondió al ser increpado por un diputado de la mayoría parlamentaria, La República en Marcha (LREM), sobre la crisis del Aquarius.

Previamente, el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, avanzó que el presidente, Emmanuel Macron, “saluda el gesto de España” y propuso el envío de personal de la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas (Ofpra) para colaborar en la gestión de la acogida.

Philippe dijo ser “consciente” de las “dificultades” que han encontrado algunos países europeos, como Italia, para acoger a “un cierto número” de inmigrantes, pero señaló al Ejecutivo italiano por “no respetar las obligaciones que se les impone en materia de seguridad de personas”.

Ante los elogios que se llevó el Gobierno de Pedro Sánchez por parte de Pieyre – Alexandre Anglade (LREM) o Gisèle Biémouret (Nueva Izquierda), y los aplausos que siguieron a la afirmación de Philippe sobre la voluntad de España de acoger el navío, éste ensalzó la labor de su país en la gestión de la crisis migratoria.

“Ningún otro país en Europa ha hecho tanto en Europa como Francia para estabilizar la situación política en Mali”, resaltó Philippe, que habló también de las intervenciones en Sahel y en la frontera sur de Libia.

Para el francés, este nuevo episodio de crisis migratoria es una muestra de que “no hay esperanza a corto o medio plazo de ofrecer una solución nacional al problema”, y que la respuesta debe ser europea.

Así, Francia aseguró que hará propuestas concretas la semana que viene en un consejo de ministros franco – alemán y, dentro de dos semanas, durante la cumbre del Consejo Europeo.

“No todos los países quieren una solución colectiva. Será difícil, pero ese es el objetivo de Francia”, aseguró.