La Liga impone su sesgo radical ideológico en el acuerdo de gobierno italiano

La última versión rebaja notablemente las amenazas contra la UE, pero mantiene la tarifa plana de IRPF, la renta de ciudadanía y las deportaciones de inmigrantes

El País, Daniel Verdú, 18-05-2018

El Movimiento 5 Estrellas (M5S) y La Liga han cerrado ya un contrato de Gobierno definitivo. Un documento sin precedentes en Europa basado en dos programas de corte antiestablishment, soberanista y euroescéptico, en el que La Liga ha impuesto su sesgo extremista. Son 58 páginas y 38 puntos clave que van desde la expulsión de migrantes irregulares a la bajada de impuestos radical con una suerte de tarifa plana de IRPF, la introducción de una renta básica de ciudadanía y subvenciones para guarderías solo para italianos. Un cóctel sin una base clara de financiación que ha despertado la inquietud de los mercados y que las bases del M5S ya han aprobado a través de una votación online (94% de síes).

Tres borradores después, decenas de globos sondas, una prima de riesgo disparada y el desplome en bolsa del Banco Monte Dei Paschi di Siena, el documento que certifica el acuerdo de gobierno entre La Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) —y que deberán ratificar las bases de ambas formaciones— solo espera la firma de los líderes de ambas formaciones. Es una versión bastante diluida respecto a sus versiones precedentes. Se han caído las amenazas de crear un mecanismo para salir del euro, la descabellada petición de condonar 250.000 millones de deuda italiana al BCE o la idea de regresar a la Europa previa al Tratado de Maastricht. Pero prevalece un aire de sospecha hacia la UE y medidas fiscales radicales. Un acuerdo cerrado en una mesa sin una sola mujer y donde escasean también las cifras y la base financiera para llevarlo a cabo. Algunas fuentes cifran su coste en unos 65.000 millones de euros. Un auténtico torpedo contra una economía cuya deuda supone hoy el 130% del PIB.

Renta de ciudadanía. La propuesta estrella del M5S ha quedado convertida en una confusa iniciativa que no arrancaría antes de 2020 y que se parece más a un subsidio por desempleo que a una renta universal. Inicialmente, el M5S había calculado que costaría unos 17.000 millones anuales, aunque algunos expertos cifraban esa cantidad en casi el doble. En la última versión del programa, sin embargo, solo se habla de 2.000 millones de euros.

El motivo es que la propuesta ha quedado limitada a dos años en los que el beneficiario —identificado a través del cálculo de sus ingresos y patrimonio— deberá aceptar, al menos, una de las tres ofertas de trabajo que reciba una vez se inscriba en un centro de empleo (si es que las recibe). La única diferencia con el subsidio de paro —que ya existe— es que se percibe por el mero hecho de ser ciudadano, y no de haber acumulado un tiempo determinado de contribución a la Seguridad Social. La medida no entrará en vigor hasta que se reformen las agencias de empleo regionales, un proyecto que correrá a cargo de fondos europeos y que no entrará en funcionamiento hasta dentro de, al menos, dos años.

Fin de las sanciones a Rusia. Matteo Salvini y Luigi Di Maio, líderes de La Liga y el M5S, respectivamente, aseguran que Italia seguirá dentro de la OTAN con EE UU como aliado privilegiado. Pero con “una apertura a Rusia, que debe percibirse no como una amenaza sino como un socio económico y comercial cada vez más relevante”. “Es oportuno el levantamiento de las sanciones comerciales [La Liga cifra el daño a Italia en 5.000 millones de euros] y su rehabilitación como interlocutor estratégico para la resolución de crisis como Siria, Libia o Yemen”, afirma. [APARTADO]

Eurofobia de baja intensidad. Las incendiarias medidas previstas en anteriores borradores contra la UE han quedado liquidadas. Ahora el único dardo se dirige a la Comisión Europea: “El objetivo es el refuerzo del papel de los poderes del Parlamento Europeo, ya que es la única institución europea que tiene una legitimidad democrática directa. En consecuencia, debería restarse poder a los organismos que no la tienen”.

Comité político paralelo. La explosiva relación que pueden mantener a lo largo de cinco años dos partidos como la Liga y el M5S ha llevado a incluir la creación de un organismo paralelo para dirimir sus diferencias sin dinamitar su mayoría parlamentaria. Se trata de una injerencia clara de los aparatos de los partidos en la gestión pública. Aunque algo suavizado, sigue presentando enormes dudas sobre su constitucionalidad.

La banca. La crisis bancaria en diferido en Italia fue uno de los caballos de batalla contra el ex primer ministro Matteo Renzi. El discurso de la connivencia del Partido Democrático (PD) y del resto del supuesto establishment con las entidades financieras ha alimentado enormemente el tirón electoral de La Liga y el M5S. El documento alude al cambio de papel de los bancos rescatados, específicamente al nuevo del Monte dei Paschi di Siena (MPS): “El Estado accionista se debe a la redefinición de la misión y de los objetivos del instituto de crédito en una óptica de servicio”. El mero redactado ha hecho caer los títulos del MPS un 9% en Bolsa.

Deportaciones y ONG. La Liga ha logrado introducir aquí varios de sus eslóganes. Empezado por la utilización del término “negocio de la inmigración” para referirse, entre otras cosas, a las ONG que operan en el Mediterráneo y a las empresas que prestan servicio para la acogida de migrantes. Para ellas, se pide revisar el sistema de ayudas. Pero, sobre todo, señala a 500.000 migrantes irregulares y a quienes se pretendería expulsar con sistemas de repatriación “más veloces”. No se dice cómo ni cuánto costaría.

Corruptores encubiertos. La lucha contra la corrupción es una de las banderas de ambos partidos. La Liga, separada ya de Forza Italia, tiene ahora las manos más libres para explorar estas políticas. Entre las propuestas hay medidas tan exóticas como la creación de “agentes provocadores”: funcionarios que de forma encubierta ofrecerán sobornos a cargos de la Administración para comprobar su honradez.

Seguridad y autodefensa. El acuerdo prevé el aumento del gasto en seguridad para contratar a más policiales. Además, se señala a los campamentos de gitanos de las grandes ciudades como focos de delincuencia: “Hoy 40.000 personas viven en los campos nómadas y el 60% son menores. Es necesaria la clausura de todos esos campamentos”. Salvini ha logrado meter el “derecho a la legítima defensa” como un punto clave. Se propone eliminar incertidumbres interpretativas; en pocas palabras, saber cuándo se le puede disparar a un ladrón que entra casa.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)