Madrid, un parque temático solidario

El Mundo, 18-04-2006

Durante 10 meses, la ciudad de Madrid quiere convertir sus calles en un espectáculo, aunque nada tiene que ver la Concejalía de Las Artes. En este caso, es el Area de Ana Botella, Servicios al Ciudadano, quien ha firmado un convenio con el grupo de empresas cerveceras, Mahou – San Miguel, por valor de tres millones de euros, para instalar en Madrid un parque temático de la solidaridad.

Oportunidades para el Mundo, que así se llama la iniciativa, comenzará en junio de este año y no terminará hasta marzo de 2007, con un punto final musical en el que sólo se servirá cerveza Mahou y San Miguel, según el convenio que se firmó ayer. Además, el director general de Inmigración, Tomás Vera, quiso matizar que la publicidad que se incluirá en todos los actos será de las marcas ‘0,0’, es decir, sin alcohol, que tiene este grupo para no vulnerar la Ley de publicidad.


La intención de los organizadores, el área de Inmigración, es comenzar el festival en junio con el Symposium Internacional contra el Racismo y la Xenofobia que se celebrará en la capital. Será el pistoletazo de salida para varias actividades que tendrán como objetivo demostrar al ciudadano madrileño que no es fácil ser inmigrante y que Madrid debe seguir siendo, como explicó ayer Ana Botella, «una ciudad solidaria».

Realidad virtual

Para ello, se montarán en varios lugares de la capital puntos solidarios, en locales o en carpas, cuya actividad será la de organizar talleres experienciales, para explicar, por ejemplo, cómo se siente un anciano que vive en soledad, cómo ve la ciudad un invidente o cómo se mueve un discapacitado… Además, está programada la recogida de huellas para lo que se ha llamado acción Manos Solidarias o la programación de juegos con la problemática de la inmigración de fondo.


La intención de los organizadores es utilizar en algunos de estos puntos la realidad virtual para que cualquiera pueda experimentar las sensaciones de un beneficiario de la solidaridad municipal.


La agenda de este festival solidario se completa con otros eventos de carácter local, nacional e internacional. Así, en octubre se organizará el Mundialito Convive, que tiene un presupuesto de 200.000 euros, y del 13 al 17 de noviembre, Madrid será la sede del Congreso Mundial de Desarrollo Humano. Aprovechando la llegada de las fiestas navideñas, en el mes de diciembre, la Concejalía organizará la Feria de la Solidaridad, que costará unos 800.000 euros.


Aún está por concretar la fecha concreta de otro evento internacional con mucho sabor suramericano. Oportunidades para el Mundo (OM) incluye la organización de una feria cultural y gastronómica, llamada Madrid Latino, que podría convertirse en una cita para la integración estomacal.


Ya en enero se convocará la Conferencia Internacional de Migraciones, y en febrero, un Festival de Cine Solidario. El final de este macrofestival será en marzo. Las últimas citas serán el Congreso mundial Masalón de la Responsabilidad Social Coorporativa y un concierto solidario.


Además, todas las conclusiones, noticias y decisiones que aporte este festival se recogerán en el periódico sOMos, que dispone de un presupuesto de 250.000 euros para su creación y difusión.


Sin embargo, este proyecto no cuenta con la aprobación de todos los grupos municipales. La portavoz de IU, Inés Sabanés, denunció la forma en la que se ha organizado el evento, «a través de la Fundación de Voluntarios por Madrid que nace casi más como un medio de propaganda, financiado por empresas privadas que no tienen entre su ideario más que intenciones comerciales, para la pseudodifusión de determinados valores que acaban por diluirse entre logos y pretensiones de publicidad».


La coalición denunció que no se haya compartido la programación del festival y que no se haya optado por «una participación social muy amplia que sí tiene más que ver con la solidaridad que otras cosas».


Además, Sabanés criticó que se elija a un grupo cervecero para patrocinar estos eventos: «Aunque sea una fórmula legal al utilizar productos sin alcohol no me parecen compatibles sus valores de consumo con los valores de solidaridad».

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