¿Pertenece su hijo a una banda latina?

ABC, 17-04-2006


TEXTO: CARLOS HIDALGO

MADRID. Los rasgos de pertenencia a una banda latina no se circunscriben, ni mucho menos, a la vestimenta. Es más, los expertos vienen alertando desde hace tiempo que tanto «ñetas» como «latin kings» y toda la pléyade de subgrupos que los circundan han eliminado buena parte de los accesorios y ropajes que tan visibles les hacían a ojos de las Fuerzas del Orden.

Por ello, desde la Guardia Civil se quiere poner énfasis en estos, pero también otros elementos que sirvan para que los padres de estos chavales se percaten a tiempo de que sus hijos podrían estar dentro o a punto de entrar en cualquiera de estos grupos, considerados ya, en cierto modo, como sectas, y cuya erradicación por la vía judicial ya estipula para ellos el delito de asociación ilícita para delinquir.

Se les considera, por tanto, bandas perfectamente organizadas. En este afán por la prevención de estos delitos, cometidos en gran parte por menores de edad, el Instituto Armado pide que se ponga especial énfasis en los siguientes rasgos en sus hijos:

– Cambian las amistades que tenían, abandonando o dejando de lado a los amigos del colegio o del barrio.

– Llegan a utilizar un estilo de ropa distinto al usual: como hemos dicho anteriormente, no tiene por qué ser vestimenta de color amarillo o negro, por ejemplo, aunque sí persiste la utilización de collares, rosarios y anillos de plata.

– Rehúyen el entorno familiar y cortan la comunicación con los padres. Es algo que suele ocurrir en la adolescencia, normalmente, pero en los casos que nos ocupan se llega a verdaderas situaciones límite.

– Disminuye de manera alarmante el rendimiento escolar y, por supuesto, el absentismo está a la orden del día, pasando buena parte de la jornada lectiva en parques, plazas y lugares de reunión.

– Aumenta la agresividad del chaval hacia su entorno; puede ser, incluso, hacia el círculo familiar. Y los expertos avisan de que no tiene por qué ser sólo violencia física, sino también verbal.

– Reciben llamadas de teléfono a horas intempestivas o de gente desconocida por su entorno más cercano. Se esconden para atender esas llamadas y hablan a susurros en algunas ocasiones.

– Finalmente, la Guardia Civil pone énfasis en el caso de los chicos españoles (que cada vez son más en este tipo de bandas): suelen comenzar a incluir palabras latinas en su vocabulario (algunas, procedentes del llamado «spanglish»). Además, tratan de imitar el acento y el tono de voz propios de las personas centro o suramericanas.

Diferentes actitudes de los padres

¿Y qué ocurre cuando un padre se entera de que su hijo es, por ejemplo, un «latin king»? «Hay gente – indican desde la Guardia Civil – que lo sabía con anterioridad; otra que no. Cuando se produce una detención, muchos progenitores niegan lo que ocurre y ponen excusas del tipo: «Ayudan mucho en casa»». En otros casos, cuando desconocen lo que ocurre, se quedan realmente «tocados».

El Instituto Armado también pone el acento en que no siempre se trata de familias desestructuradas, como en determinadas ocasiones se ha dicho. «Suelen ser padres que trabajan muchas horas, con jornadas muy largas, con lo que el control sobre sus hijos se reduce mucho», indican las mismas fuentes.

También puede existir una ausencia de referentes familiares. Los chavales salen de clase a las dos de la tarde y se quedan en la calle. Son padres que no han podido (o sabido) guiarles hacia determinadas actividades que les alejen de la calle. El modelo familiar, con todo, puede ser muy parecido al español.

El número de chavales de nuestro país metidos en estas «sectas» es significativo, pero no importante, indican las fuentes consultadas. Además, no suelen ostentar «cargos» relevantes en su estructura mafiosa. Los hay altaneros, soberbios, pero suelen ser quienes están en la cima del escalafón.

En la actualidad estamos viviendo una menor intensidad en sus hechos delictivos, pero también surge una «segunda fase», con el auge de los «Dominican don´t play» y el nacimiento de «Trinitarios» y «Forty Two».

No son menos sus «actuaciones», pero sí están teñidas de menor cantidad de sangre. Con todo, las Fuerzas del Orden, al menos en dos operaciones especiales, se han incautado de armas de fuego que portaban chavales de estas bandas. Esto hace presagiar a ciertos sectores el recrudecimiento de sus delitos, aunque hay otros que piensan que el fin de las bandas latinas está más que escrito. El tiempo lo dirá todo.

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