La integración de los turcos en Alemania divide a la gran coalición

La Vanguardia, 17-04-2006

. – Primero fue la idea de algunos länder, gobernados por los democristianos, de examinar a los inmigrantes que deseasen adquirir la nacionalidad alemana con preguntas como “qué significa el término cláusula del cinco por ciento en las elecciones legislativas” o “cómo reaccionaría usted si su hijo le anunciase que es homosexual”.
>

A finales de marzo, saltó la noticia de que los profesores de una escuela de Berlín – donde más del 80% de los alumnos procedía de familias inmigrantes – habían escrito una carta a las autoridades pidiendo auxilio. La agresividad y el caos en las aulas había llevado a muchos profesores a tirar la toalla.
>

Y la semana pasada, un tribunal de Berlín condenó a un joven turco de 20 años por matar a su hermana para lavar el honor familiar. La víctima se había alejado de la familia y de sus tradiciones rurales y se vestía y pintaba al estilo occidental.
>

Alemania vuelve a preocuparse estos días por la integración de los cerca de 2,5 millones de ciudadanos turcos o de origen turco. Pero los grandes partidos alemanes – socialdemócratas y democristianos, aliados en el Gobierno federal – están divididos sobre la necesidad de endurecer la política de extranjería.
>

En los últimos meses, políticos del centroderecha como Edmund Stoiber, presidente bávaro, han reclamado, por ejemplo, que a los niños con conocimientos insufiencientes de alemán se les traslade a escuelas especiales. Otros piden multas para quienes no se integren. Los socialdemócratas, por su lado, defienden la legislación vigente, impulsada por el ex canciller Gerhard Schröder, que implicó el reconocimiento, por primera vez, de que Alemania era un país receptor de inmigración y facilitó el acceso de los extranjeros a la nacionalidad.
>

El problema ahora en Alemania no es la inmigración, sino la integración de los hijos o nietos de los inmigrantes turcos. Concentrados en barrios con altas tasas de desempleo, es frecuente que muchos, nacidos en Alemania, acaben la escolaridad sin dominar el alemán y que pasen a alimentar las filas del paro.
>

La democristiana Angela Merkel, canciller al frente de la gran coalición, ya ha anunciado que, en los próximos meses, convocará una “cumbre de la integración”, en la que participarán representantes de los inmigrantes.
>

Hasta ahora, Alemania ha sido inmune a conflictos como el de las banlieue francesas o a actos terroristas como el asesinato, en Holanda, del cineasta crítico con el islam Theo van Gogh. Ante el temor de que episodios semejantes se reproduzcan aquí, Merkel quiere aprovechar la fuerza de la gran coalición para planificar una política que a la vez exija esfuerzo a los extranjeros – en el aprendizaje de la lengua o la aceptación de los valores democráticos occidentales – y obligue a los alemanes a aceptarlos.
>

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)