El ministro del Interior francés, Gérard Collomb, anunció hoy que reforzará la presencia policial en el paso del Echelle, punto fronterizo en el sureste de Francia con Italia, tras el polémico bloqueo de un movimiento de extrema derecha.

El ministro condenó “con firmeza el conjunto de provocaciones, pantomimas e incidentes que han marcado el fin de semana en Altos Alpes”, apuntó en un comunicado.

Este sábado, un centenar de militantes de “Génération Identitaire” de distintas nacionalidades ocuparon este paso entre montañas, considerado un punto estratégico en la travesía de los inmigrantes clandestinos", a 1.762 kilómetros de altura, con la intención de bloquear el acceso.

La intención era “notificar” a los inmigrantes que la frontera “está cerrada” y obligarles a volver a sus casas para lo que habían desplegado una enorme pancarta en la que se leía en inglés “No way”.

Ciudadanos y asociaciones de ayuda a los inmigrantes denunciaron la ausencia de respuesta policial y acudieron a la zona para protestar.

Muchos denunciaron la actuación del Gobierno y compararon la respuesta de las autoridades en el desalojo de la Facultad de Tolbiac, en París, con la permisividad ante este bloqueo.

Según el ministerio, la actuación de la ultra derecha se trató de una “pantomima que consistió en desplegar pancartas y que se desarrolló bajo la estrecha vigilancia de las fuerzas del orden”.

“Estos activistas abandonaron el lugar este mediodía, en calma, en presencia de un importante dispositivo de la Gendarmería”, señaló el comunicado.

Por otro lado, “un grupo de un centenar de activistas pro migrantes franceses e italianos se presentó este mediodía en el Paso de Montgenèvre con la intención de atravesar la frontera ilegalmente”, apuntó.

Así, el Ministerio condenó la actuación de los dos bandos y reclamó el “respeto absoluto” del orden republicano, por parte de los que “combaten por el fracaso de los controles fronterizos así como los que pretenden sustituir a las fuerzas del orden en su misión”, concluyó.

Además, diputados del Frente Nacional y La Francia Insumisa, que discuten en paralelo la reforma migratoria en la Asamblea Nacional, denunciaron la laxitud del Gobierno en este lugar, por un lado, y, por otro, la “complacencia” de cara a los militantes de Génération Identitaire.