Tres cuestiones de plena actualidad ponen en marcha hoy la decimosexta edición del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián: el recorte de derechos y libertades en distintos países del mundo y las llamadas «falsas democracias»; el feminismo, «más vivo que nunca»; y la migración y el asilo como «derechos negados». Otras tantas películas de estreno, avaladas por premios en festivales europeos y americanos ocupan las tres sesiones de la jornada.

Oficialmente el Festival de Cine y Derechos Humanosse inaugura a las 19.30 horas, con ‘El orden divino’, de la directora suiza Petra Biondina Volpe, que obtuvo tres premios en el festival neoyorkino de Tribeca, entre ellos el del público. ‘El orden divino’ retrata las dificultades de Nora, ama de casa en un pueblo de Suiza en los años 70, para defender sus derechos e intentar cambiar la mentalidad de los que le rodean. Además Nora reivindica el derecho al voto para las mujeres, que en aquel tiempo no estaba reconocido en Suiza.

Programa de hoy
16
30. ‘Manila High-Life in Company with Death’, de Anders Palm Olesen y Simon Andrea Gottschau (corto) y ‘Freedom For the Wolf’, de Rupert Russell (Alemania).
19.30. Sesión de inauguración
‘La pureza’ de Pedro Vikingo (corto) y ‘El orden divino’ de Petra Volpe (Suiza).
22
30. ‘El baile de los años (Derechos Humanos a Escena 2018)’ (corto) y ‘Marea humana’, de Ai Weiwei (Alemania-Estados Unidos-China).
Lugar
Teatro Victoria Eugenia, San Sebastián.
Precio
4,50 euros. Abono para las sesiones del Victoria Eugenia, 22 euros.
Recorte de libertades
La sesión que contará con un cineasta invitado en el teatro Victoria Eugenia será la primera del día, a las 16.30 horas. El joven cineasta y sociólogo Rupert Russell vuelca sus dos pasiones en el documental ‘Freedom For the Wolf’, un intenso recorrido por distintos países en los que ha querido observar diferentes ejemplos de recortes de libertades para describir lo que se esconde detrás de algunos regímenes que se tienen por democráticos.

Russell se fija en primer lugar en China para averiguar «qué valor se le da a la libertad en estos momentos», señalaba ayer en San Sebastián el cineasta británico-estadounidense que con ‘Freedom of the Wolf’ ha completado su primer largometraje, después de haber realizado una miniserie, ‘Uber Lives: LA’, sobre los conductores de la empresa de transporte.

Mezclando diversas entrevistas, a menudo con personajes de ideologías contrapuestas, Russell comprueba que en China el concepto de libertad está muy asociado al consumismo. También analiza las diferentes revoluciones recientes, de la primavera árabe a la revolución de los paraguas de Hong Kong. Y se traslada a Túnez para comprobar la influencia de las religiones en las libertades individuales, y también a India, Japón y finalmente Estados Unidos. «Queríamos ver cómo se estaban desarrollando las llamadas democracias ‘iliberales’, en las que a pesar de las apariencias se dan continuas privaciones de libertad. Y eso sucede en todo el mundo, también en Estados Unidos y en España».

Raperos detenidos, estudiantes indios amenazados por hacer un vídeo de ‘flashmob’ o incluso japoneses arrestados por permitir que se baile en su bar, van salpicando este filme enérgico en forma de puzzle que dibuja una panorámica general, pero también muy particular: «Como sociólogo pretendo acercarme a la vida real de las personas, que han tenido experiencias únicas y son interesantes por lo que significan».

Russell está seguro de que su película es «esperanzadora» porque incita a la unión entre la gente, a seguir provocando manifestaciones y movimientos pacíficos en defensa de los derechos y libertades, «porque tarde o temprano tienen su efecto», como la marcha de las mujeres en Washington de hace dos años, que ha desembocado en el #MeToo. Además del título, ‘Freedom For The Wolf’ (Libertad para el lobo) tiene unas cuantas cosas inquietantes. Tanto es así que fue seleccionada en un festival de terror en Australia.

Ai Wei Wei retrata las migraciones en todo el mundo
El muy conocido y a veces polémico artista chino Ai Weiwei también decidió echar un vistazo a otro de los problemas mundiales más acuciantes para dar voz a sus protagonistas. Y puso en marcha una película documental desplegando diferentes equipos de filmación por 23 países de diferentes continentes para reflejar los problemas de las personas que se ven obligadas a emigrar y las dimensiones de la crisis de los refugiados. El resultado es ‘Marea humana’, una película de dos horas y media de metraje, rodada en 23 países y que se proyecta a las 22.30 en el Victoria Eugenia.