Un informe de la Comisión Europea (CE) y la OCDE publicado hoy pone de relieve deficiencias en las políticas de integración de los inmigrantes, como la descoordinación entre las autoridades nacionales y locales, y propone recomendaciones para solventarlo.

El estudio, basado en encuestas en 72 ciudades, recopila ejemplos de mejores prácticas de urbes como Ámsterdam, Atenas, Berlín, París y Roma, conocidas por su larga tradición como centros con un alto volumen de inmigración.

Entre otros datos, revela que casi el 90 por ciento de los encuestados informaron de “la falta de una adecuada coordinación con el Gobierno central” en las políticas de integración y advierte sobre “los problemas estructurales” en el acceso a los servicios públicos y la vivienda.

La falta de infraestructuras de recepción de emergencia es otra de las deficiencias mencionadas en el informe.

El estudio destaca también la necesidad de mejorar los esfuerzos de seguimiento y llega a la conclusión de que la mejor forma de conseguirlo es obtener la colaboración de las ONG, los socios comerciales y los propios inmigrantes.

“Existen evidencias que demuestran que la presencia de comunidades de inmigrantes pueden tener un efecto positivo, incluso en barrios desfavorecidos”, ya que se revitaliza la demanda de comercios locales y diversifican las actividades culturales, indica el informe.

Mejorar la efectividad de las políticas de integración, asegurar el acceso de inmigrantes a recursos financieros, ajustar sus competencias a las oportunidades económicas y laborales existentes y establecer un sistema educativo que aborde la segregación y pueda ofrecer un crecimiento profesional, son algunas de las doce recomendaciones recogidas por el estudio.

En 2016, más de cinco millones de personas emigraron de forma permanente a países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).