Nueva York retira la estatua del ginecólogo que experimentó con esclavas negras

Los activistas recuerdan que los logros científicos del doctor Marion Sims en el siglo XIX se basan en pruebas a mujeres afroamericanas, sin anestesia y sin su consentimiento

El País, Agencias/E.P., 18-04-2018

La estatua del doctor James Marion Sims ha sido bajada de su pedestal en Central Park en Nueva York. Conocido en Estados Unidos como el padre de la ginecología moderna, durante décadas fueron menos notables las prácticas sobre las que se sustentaron los avances que consiguió. Activistas han denunciado durante años que sus logros se basaron en experimentos con esclavas afroamericanas y por eso reclamaron al ayuntamiento la retirada de la estatua. Meses después de la creación de una comisión para que estudiara el caso, su retirada se hizo efectiva este martes.

Hasta Central Park se acercó un grupo de personas que se abrazaban y celebraban que Sims dejara de tener un puesto entre las figuras ilustres que completan el paisaje del parque. “Es importante reconocer que sus contribuciones realmente ocurrieron a expensas de mujeres que no pudieron dar si consentimiento" dijo Bernadith Russell, una doctora afroamericana del hospital New York – Presbyterian, que acudió a ver cómo los funcionarios retiraban la estatua con una grúa. “Reconozco sus contribuciones, pero es como si Josef Mengele hubiese logrado avances en el campo de la medicina. No pondríamos una estatua suya debido a cómo obtuvo esa información”, añadió en declaraciones a AFP, en referencia al médico nazi que realizó crueles ensayos con prisioneros en el campo de concentración de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial.

La reflexión sobre la estatua de Sims y otras esculturas de la ciudad de Nueva York surgió después de los enfrentamientos en una protesta de supremacistas blancos en Charlottesville (Virginia), en agosto de 2017, en contra la retirada de una estatua del general confederado Robert Lee, en la que murió una joven antirracista. Estos enfrentamientos abrieron el debate nacional sobre los símbolos de la guerra de Secesión que todavía siguen presentes y han dividido a la población entre los que piden su retirada porque son considerarlos racistas – el sur era favorable a mantener la esclavitud – y quienes opinan que forma parte de la historia del país.

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