No todas las formaciones políticas están de acuerdo con el diseño de las fiestas, como ha manifestado Aiert Lizarralde, de Irabazi. «El modelo de fiestas imperante ha quedado obsoleto y contempla el consumo de alcohol, drogas, así como la normalización de la tolerancia al ruido y la suciedad», y echa de menos los valores de «respeto, igualdad, solidaridad, dignidad, integración, cooperación, equidad, generosidad, libertad, responsabilidad, amor y honestidad». Invita a un análisis de las fiestas con participación de distintos colectivos, «han de ser motivo de celebración para todo el municipio. Tampoco consideramos que estén enfocadas para todas las franjas de edad». Y propone «espacios de participación para el colectivo inmigrante para avanzar en su integración. Nos viene a la memoria la iniciativa Mundumira». Además pide que se trabaje en base a la guía de fiestas sostenibles Ihobe, y critica que «en esta legislatura se han recuperado la sokamuturra y el arrastre de bueyes, actividades que vulneran los derechos de los animales». Además sugiere la crear una tarjeta social para acceder a las barraca para familias con pocos ingreso o en riesgo de exclusión.