Siete años de desesperación y sufrimiento

Al menos 511.000 pesonas han muerto en siete años de guerra desgarradora en Siria. Más de la mitad de la población ha sido desplazada, seis millones de personas en el propio país y otros tantos como refugiados en los países vecinos y Europa.

Diario de Noticias, AGENCIA EFE, 16-03-2018

Siria cumplió ayer siete años de un conflicto que ha causado al manos 511.000 muertos (de ellos sólo 350.000 identificados) y ha sembrado el país de sufrimiento y desesperación en medio de un desplazamiento masivo de civiles de Guta Oriental, el principal feudo opositor de las afueras de Damasco, que han huido a zonas en poder de las autoridades.

El conflicto en Siria comenzó como una revuelta popular contra el presidente del país, Bachar al Asad, que derivó en una guerra civil. 2.555 días después de que miles de sirios se echaron a las calles aquel 15 de marzo contagiados por la llamada primavera árabe. El conflicto ha dejado una población civil hambrienta y exhausta que hoy solo ansía la paz.

A su vez, la contienda civil acabó evolucionando en un conflicto internacional, con varias partes implicadas, entre ellas EEUU, que respalda a la oposición y a milicias kurdas, y Rusia, que apoya al Gobierno sirio.

Lejos quedan ya las primeras protestas antigubernamentales que surgieron en la provincia meridional de Deraa, apodada “cuna de la revolución”, hace siete años.

Durante este tiempo, ha habido intentos de lograr una solución pacífica al conflicto, que está resultando muy compleja ante la obcecación de las partes en sus posturas a la hora de negociar.

El último año ha sido testigo de un aumento de la violencia en todo el país, donde resulta complicado llevar la cuenta de las continuas violaciones de los derechos humanos.

Siria entra así en el octavo año de la guerra no solo en medio de la operación del ejército nacional y Rusia en Guta Oriental, sino también con una ofensiva de Turquía en el norte del territorio, en el enclave kurdosirio de Afrín, contra las milicias kurdas.

Siete años del conflicto en Siria han dejado al país en una grave crisis humanitaria, con más de medio millón de muertos, millones de desplazados y una situación sanitaria extrema que ha sufrido su población, sobre todo los niños.

12 MILLONES DE DESPLAZADOSSon siete años de una guerra brutal que ha expulsado de Siria a más de seis millones de personas en los países vecinos y en Europa. Estos últimos, han quedado atrapados en un limbo donde el 60% vive bajo el umbral de la pobreza. Otros seis millones de personas son desplazados en su propio país.

Cerca de un millón 650.000 registrados y unos 300.000 que están fuera del radar han escapado a Jordania, un país con una cultura similar en el que, pese a las dificultades, se sienten acogidos. Volver a Siria hace tiempo que dejó de ser una opción.

El panorama es desolador, según ponen de manifiesto varias ONG cuando la guerra en ese país entra en su octavo año sin expectativas de paz y con los sirios tratando de huir de la violencia, no solo fuera de sus fronteras sino dentro del propio país.

Médicos de Mundo apunta que de los once millones de sirios que se han visto obligados a dejar sus hogares, más de la mitad han tratado de ponerse a salvo dentro de las mismas fronteras y reciben “menos atención pública” que quienes se han instalado en Europa y en los países limítrofes.

En cuanto al sistema de salud, la ONG asegura que está destruido y es que a finales del pasado año se contabilizaron 492 ataques a 330 instalaciones sanitarias, lo que provocó la muerte de 847 profesionales de la salud, además, hay escasez de medicinas suministros y equipos y han reaparecido patologías.

Este “terrible impacto” en la población tras siete años de guerra lo sufren sobre todo los niños, ya que, según Aldeas Infantiles SOS, más de 3,5 millones “no conocen otra realidad que la guerra” y carecen de servicios básicos, educación y protección.

Esta ONG hace hincapié en la necesidad de políticas de protección a largo plazo para aquellos que han sufrido la violencia, la pérdida y separación de su familia y la interrupción de su educación.

“No debemos perder de vista el efecto que este conflicto ha tenido en toda una generación de niños”, señala en un comunicado la directora internacional de Aldeas Infantiles SOS para Oriente Medio y el norte de África, Alia Al-Dalli.

En el mismo sentido se pronuncia la ONG World Vision, que incide en que los niños en el país “viven en medio de la crisis humanitaria más importante que se recuerda”.

Según un informe de la organización, los entornos de vida de los niños han sido “alterados dramáticamente” por el conflicto, de hecho, según sus datos, el 50% ha sufrido violencia doméstica y de los que asisten a la escuela, el 42% ha sido testigo de una disciplina violenta por parte de los maestros y otros miembros del personal de la escuela.

Por su parte, Cáritas Siria recuerda que al menos 13,5 millones de personas requieren asistencia humanitaria, incluyendo 4,7 millones de personas necesitadas “atrapadas en áreas sitiadas y de difícil acceso”. A estas cifras hay que añadir el drama de los refugiados y desplazados: tres millones de personas se han refugiado en Turquía, más de un millón en el Líbano y 660.000 en Jordania. “Siria se ha convertido en la mayor crisis de desplazamiento forzado desde la Segunda Guerra Mundial”, sostiene Cáritas.

Alianza por la solidaridad subraya que de los millones de refugiados por la guerra, cerca de un millón y medio viven en Jordania y más de 660.000 no están registrados como tales. De hecho, la ONG ha comprobado “con preocupación”, el impacto de las “recientes trabas” de la población refugiada siria a los servicios sanitarios, tras la derogación, el pasado 24 de enero, de una ley que les permitía un acceso subvencionado a los servicios médicos.

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