La policía investiga a otros dos jóvenes por la paliza de Castellar

La Vanguardia, 13-04-2006

La Guardia Civil, encargada de la investigación de la brutal paliza que sufrió un ciudadano portugués de origen guineano en la plaza Mestre Anyé de Castellar el sábado pasado, ha ampliado las pesquisas hacia dos jóvenes más que pueden haber participado en la agresión racista. Una paliza que se ha cobrado dos detenciones, la de Abraham F. A., de 22 años, y la de Carlos H. M. de 24, a quienes precisamente el juez dejó en libertad el lunes. Según ha podido saber La Vanguardia,la Guardia Civil ha seguido la pista a otros dos jóvenes, probablemente vecinos de Castellar, por su presunta participación en el ataque. Según fuentes de la Benemérita, “próximamente podría haber alguna detención más”.
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De hecho, como avanzó ayer este diario en una entrevista en exclusiva con la víctima, a Fernando Ujiguilete lo agredieron tres personas y no dos como habían informado fuentes policiales el domingo, cuando trascendió el caso. Fernando detalló que el sábado, entre las cinco y las seis de la tarde, cuando acabó de trabajar en la obra se fue paseando a comprar pan para la cena. “De golpe, un chico joven y bajito se me plantó delante y, sin mediar palabra, me frenó el paso. Yo intenté apartarme, pero, entonces, me cogió fuerte de la camisa, a la altura del pecho, y en seguida aparecieron otros dos más altos que fueron a por mí”, relató.
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Tras un intento de huida por su parte, entre los tres lo atraparon y lo derribaron. Sin mediar palabra le propinaron varias patadas y golpes en las piernas, espalda y cara hasta dejarlo inconsciente. Fuentes de la policía local de Castellar aseguraron ayer, de nuevo, haber recibido el aviso de varios testigos que estaban por la zona y que cuando las dos patrullas policiales llegaron y se enfrentaron a los agresores hasta detenerlos “sólo había dos”. Probablemente, el tercer presunto agresor pudo escapar antes de la llegada de los agentes.
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El Ayuntamiento de Castellar ha presentado un recurso de apelación ante la sala de lo penal de la Audiencia de Barcelona. Considera que al dejar en libertad a Abraham F. A. – instigador del ataque de un centenar de skins contra 200 vecinos de Castellar en la fiesta mayor del 2003 y que acarrea 17 detenciones por agresiones racistas – “se generará alarma social entre la población”. Fuentes municipales reconocen que “el Consistorio ha adoptado medidas por el hecho de que Abraham esté en libertad”, aunque no las han concretado.
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El abogado penalista que lleva el recurso y representa al Consistorio, Joaquim Escuder, explicó ayer que “se trata de un caso bastante complejo y que tiene unas características especiales ya que uno de los detenidos y puesto en libertad arrastra casi 20 detenciones policiales, mientras que el otro sólo tiene una por robo. Y, además – subraya – están las lesiones a los agentes que los detuvieron”. Escuder lamenta que el Código Penal no hable de “alarma social” como un factor determinante para que un juez condene a dos presuntos agresores. “Pero la verdad es que debido a la brutalidad de la agresión y al estado en el que dejaron a la víctima, la ciudadanía tiene un sentimiento de impunidad total que se tendría que tener en cuenta”.
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Escuder piensa que “debido a la respuesta del Ayuntamiento, la población y la repercusión que ha tenido esta agresión en los medios, la respuesta de la justicia tendría que ser más contundente”. El abogado considera “anacrónica” la decisión del titular del juzgado n. º 3 de Sabadell de dejar en libertad a los dos detenidos. También insistirá ante la Audiencia en el hecho de que los detenidos agredieron a los agentes e hirieron a uno de ellos en el dedo. “Por lesiones a la autoridad con el agravante de xenofobia, los podrían condenar de un año a tres”, detalla.
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Por su parte, el PSC de Castellar, en la oposición, ha reclamado la convocatoria del pacto local para analizar las últimas agresiones violentas, un órgano de participación creado en septiembre del 2004. Los socialistas prevén presentar una moción en el próximo pleno para que se aumenten los efectivos policiales y se evalúen las políticas municipales de prevención de la violencia.
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