Alianza antisemita en el Mundial

El Mundo, 13-04-2006

Mahmud Ahmadineyad, el presidente iraní, no sólo genera polémica cuando habla de las ambiciones nucleares de su país.También cuando revela sus pasiones futbolísticas y cuando deja caer que podría acudir a la cita que su selección tiene contra México el 11 de junio en la primera fase del Mundial de Alemania.Ese partido se disputará en Nuremberg precisamente el día y en lugar donde se celebraban los congresos del partido nazi.

Nadie se atreve a confirmar la visita de Ahmadineyad, pero el presidente de la federación de fútbol iraní, Mohamed Ali Dadkan, deja la puerta abierta. El ministerio de Exteriores en Teherán aseguraba que «de momento» no está previsto el viaje.


A pesar del anuncio del cuerpo diplomático, los dirigentes del país anfitrión del Mundial ya están nervisiosos. No es para menos, Ahmadineyad, un apasionado al fútbol que no pierde ocasión de enfundarse el chándal para dar una patada al balón en el estadio de Teherán, no escatima declaraciones antisemitas. Ha negado en numerosas ocasiones el Holocausto, la exterminación de millones de judíos a manos de los nacionalsocialistas alemanes. Y, no contento con eso, ha animado a borrar el Estado de Israel del mapa.


Este hombre enjuto, que apenas mide 160 centímetros, ha logrado así convertirse ya en una suerte de héroe en los círculos neonazis germanos. De acudir al Mundial, contará con su apoyo en las cinco manifestaciones que ya han anunciado el NPD (Partido Nacional Democrático de Alemania) y los grupúsculos neonazis, la primera de ellas el 10 de junio en Gelsenkirchen, en el oeste del país.La selección iraní será unas de las preferidas de los ultras germanos. Citas como el Mundial permiten a los círculos ultraderechistas, con escaso eco en las urnas, volver a ponerse en escena.


En Alemania están preocupados y ya saben que el Grupo D del Mundial, donde están encuadradas Irán, México, Angola y Portugal, supondrá un quebradero de cabeza para los organizadores del torneo.En este sentido, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha anunciado mano dura a la hora de combatir el racismo en los estadios.Y los organismos judíos en Alemania han pedido frenar las manifestaciones de ultraderechistas convocadas durante el Mundial.


Asimismo, los representantes de la comunidad judía alemana exigen abiertamente que se prohíba la entrada al mandatario iraní, colocando al ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, contra las cuerdas.Schäuble anteponía el viernes pasado la obligación de «ser buenos anfitriones» y aseguraba que Ahmadineyad sería bien recibidio, aunque no será fácil, porque según apuntó «ha dicho cosas que son sencillamente inaceptables, como que Israel es un tumor que tiene que ser extirpado».


La polémica está servida. El Consejo Central de los Judíos en Alemania considera un escándalo las palabras de Schäuble, que «ponen en cuestión la credibilidad de Alemania en la lucha contra el antisemitismo y la xenofobia», según su secretario general, Stephan Kramer. Además, muchos reclaman infructuosamente que Irán no participe en el Mundial.

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