El enviado especial de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) para el Mediterráneo Central, Vincent Cochetel, alertó hoy de que la falta de solidaridad con países que reciben o acogen una gran cantidad de refugiados o inmigrantes puede provocar el aumento de la xenofobia.

En las elecciones generales en Italia el pasado domingo los grandes ganadores fueron los euroescépticos y populistas del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la Liga Norte, frente al descenso de los partidos tradicionales.

Consultado en rueda de prensa si cree que esta reacción de la población puede provocar que los sentimientos de xenofobia aumenten en el país, Cochetel respondió que no quería “especular”, y recordó que Italia tiene una “larga tradición humanitaria y de recepción de personas que huyen de persecución”.

“Escuchamos signos xenófobos, pero no olvidemos también la existencia de muchas muestras de solidaridad en Italia”, agregó.

Dicho esto, recordó que Italia es un país que ha recibido y sigue recibiendo grandes cantidades de personas que llegan por mar a Europa en busca de una vida mejor, unos inmigrantes y refugiados que, en muchas ocasiones, quedan estancados en el país a causa de las trabas para salir de él.

“Lo que pasa en Italia muestra la necesidad de solidaridad. Si no hay solidaridad con países que enfrentan grandes influjos de personas y si ese flujo no es compartido con más Estados, acabas teniendo una situación en la que personas o países se sienten abandonados, y deben gestionar solos esa situación sólo por culpa de su geografía”, indicó.

“Y esto no es justo. La geografía no puede convertirse en el único elemento para distribuir la responsabilidad en la gestión de esos flujos”, subrayó.

Cochetel recordó que esta situación la vive no sólo Italia, sino otros países que se encuentran en “lugares claves” de la ruta migratoria, y mencionó el ejemplo de Níger.

Precisamente, expuso el ejemplo de Níger como uno de los más solidarios del mundo y “el único que permite usar su territorio como paso previo a la reubicación de refugiados”.

El experto se refería al hecho de que Níger permite a ACNUR evacuar refugiados atrapados en Libia, llevarlos a Niamey y allí procesarlos para los países receptores y posteriormente trasladarlos a su destino.

Este esquema se estableció dada la casi imposibilidad de los estados receptores de hacer el proceso de reconocimiento como solicitantes de asilo y de elección para programas de reubicación en Libia, a causa de los problemas de seguridad.

“Níger, mostrando una gran solidaridad, permitió la entrada de 1.000 refugiados desde Libia, aunque recientemente ha suspendido el programa dado que sólo 30 de ese millar han sido efectivamente reubicados en Francia”, añadió.

Cochetel explicó que ACNUR cuenta con 2.300 promesas de reubicación de refugiados de Libia pero que solo esas tres decenas se han concretado.

Dijo entender las dudas de Níger dado el peso migratorio que ya asume.

El responsable del ACNUR sostuvo que Níger es un país “que ha mostrado una gran solidaridad al mantener las puertas abiertas con Nigeria y Mali”, dos países con conflictos internos.

En total, la agencia de la ONU considera que hay 300.000 personas con necesidad de protección en Níger, de los cuales 165.000 son refugiadas – malienses y nigerianos- y unos 120.000 desplazados internos nigerinos.