Un grupo de senegaleses protestó hoy en la ciudad italiana de Florencia (centro) por el asesinato a tiros de un inmigrante de su nacionalidad por un italiano y para reclamar que se investigue un crimen que califican de racista.

Cerca de 300 personas, casi todas senegalesas, se manifestaron para protestar contra el asesinato de su compatriota Idy Diene por parte del italiano Roberto Pirrone, que le disparó en el Puente Vespucci de la capital toscana.

Al lugar de la protesta, con mucha presencia policial, llegó el alcalde, Dario Nardella, que se marchó rápidamente porque fue recibido con insultos y en medio de una gran tensión.

“La historia de Florencia es la del diálogo. La ciudad entiende la rabia por la muerte de un hombre pero no acepta la violencia”, dijo el regidor al abandonar el lugar, según recogen los medios locales.

Además un grupo reducido de manifestantes se enfrentó con patadas y empujones a los antidisturbios que acordonaban la zona y algunos increparon a los reporteros de televisión desplazados, según mostraron las imágenes de los canales SkyTg24 y Rainews24.

Nardella comentó el lunes el asesinato de Diene, un inmigrante de 54 años con permiso de residencia, y avanzó que, aunque comprende el dolor de la comunidad senegalesa, la Fiscalía ha aclarado que el ataque no “es un gesto de índole racista”.

El procurador Giuseppe Creazzo señaló que “los fines racistas se excluyen” y que durante la investigación no emergieron “vínculos entre el autor con grupos políticos, tampoco de derecha o racistas”.

Explicó que Pirrone es un coleccionista de armas que salió de casa para suicidarse y que asesinó a la primera persona que se encontró por la calle.

El autor del crimen fue detenido cuando acudía a entregarse a la Policía: “no quería regresar a casa y prefería ir a la cárcel. Los problemas económicos le atosigaban, con 30.000 euros en deudor que provocaban riñas también con su mujer”, precisó el fiscal.