Clamor en EEUU por los derechos de los inmigrantes

·Activistas reclaman una reforma integral en más de un centenar de grandes ciudades

Gara, 11-04-2006


Las calles de más de un centenar de ciudades de Estados Unidos se convirtieron ayer en un hervidero de activismo a favor de los inmigrantes. Decenas de miles de personas exigieron una reforma migratoria integral y denunciaron la «criminalización» de los extranjeros sin los papeles en regla.

WASHINGTON

De costa a costa, los inmigrantes hispanos ­la minoría más grande del país­ participaron en grandes manifestaciones en ciudades como Dallas (Texas), Atlanta (Georgia), Los Angeles (California) y Washington para pedir un trato justo y digno.

Aunque las marchas comenzaron a formarse por la mañana, alcanzaron su punto álgido a primeras horas de la tarde, cuando se sumaron miles de trabajadores al concluir sus jornadas de trabajo.

«Queremos enviar un fuerte mensaje al Congreso y a la Administración Bush de que estamos hartos, porque trabajamos duro y no merecemos que nos traten como lo han hecho desde los atentados de 2001», dijo a la cadena de televisión CNN Jaime Contreras, presidente de la Coalición Nacional de Inmigrantes, que coordina las protestas. «La mayoría de los inmigrantes vienen a Estados Unidos en busca de un mejor futuro para sus hijos y eso no es ningún crimen», añadió.

El activista se refirió al proyecto de ley del republicano James Sensenbrenner, aprobado por la Cámara de Representantes en diciembre y que, entre otros elementos, convierte en delincuentes a los inmigrantes clandestinos y sanciona a quienes les den servicios sociales.

Se calcula que en EEUU hay cerca de doce millones de inmigrantes indocumentados, y la lucha sobre cómo resolver su situación irregular se ha recrudecido desde 2004, cuando el presidente George W. Bush propuso un programa de trabajadores temporales.

En un acto en la Universidad John Hopkins, en Washington, Bush pidió de nuevo que el debate sobre inmigración se realice con «compasión» y que el Congreso apruebe una reforma que incluya el programa de trabajadores temporales. No obstante, recordó que «tenemos que resguardar la frontera y hacer cumplir las leyes».

«Desfile de ilegales»

John Boehner, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, se mostró de acuerdo con esta última demanda, pero rechazó la propuesta de establecer un programa de trabajadores temporales. «Tendremos un desfile interminable de inmigrantes ilegales aquí, en nuestro país», señaló.

Varios activistas coincidieron en que la meta de estas movilizaciones es demostrar que «el gigante ha despertado» y que no cesarán hasta lograr la legalización de los inmigrantes sin papeles.

La semana pasada, el Senado de EEUU anunció un acuerdo para legalizar a unos siete millones de inmigrantes indocumentados y establecer un programa de trabajadores temporales para el resto, pero el acuerdo se desplomó en medio de pugnas partidistas.

Las multitudinarias manifestaciones son percibidas por muchos como el resurgimiento de un movimiento nacional de la comunidad inmigrante similar al que impulsaron los negros en los años 60, en su lucha por los derechos civiles.

Medio millón de personas en Dallas

DALLAS

La ciudad de Dallas (Texas) registró el domingo la manifestación más multitudinaria de todas las que se están realizando. Los organizadores cifraron en medio millón los congregados. Bajo la consigna de «sí se puede» desfiló por el centro de la ciudad. El diario “Dallas Morning News” afirmó que fueron hasta 500.000; estimaciones de las autoridades señalaban que el número oscilaba entre 350.000 y 500.000. «Nunca anticipamos que esto estuviera tan grande», indicó el teniente Rick Watson, vocero del Departamento de Policía.

Los manifestantes llevaban carteles que decían «Nos mantenemos unidos. Pedimos un estatuto legal» y «No somos terroristas». Algunos llevaban banderas estadunidenses y muchos vestían de blanco, como símbolo de paz.

Otras miles de personas salieron a la calle también en Salt Lake City, Utah; San Diego, California; Saint Paul, Minesota; Miami, Florida, y Salem, Oregon.


Desde la prensa también se presiona al Gobierno para que regule este fenómeno imparable. “The New York Times” instó a Bush a que presione a los legisladores de su partido para que no haya más divisiones que frenen la reforma. El “Times” indicó que, de lo contrario, «la mejor esperanza en una generación para arreglar el sistema migratorio terminará muerta por la vía legislativa, arrollada por el partidismo y devorada por cuervos que graznan no a la amnistía a los indocumentados», agregó.

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