Eduardo Galeano clama contra la injusticia en el cierre del Fisahara más internacional

El Mundo, 11-04-2006

«El mundo se divide entre gente indigna e indignada», según el escritor uruguayo Eduardo Galeano, que le puso voz en off a la proyección de películas traída consigo por el festival de cine del Sáhara (Fisahara), en una conferencia magistral dada en su clausura.

Indignos, dio a entender Galeano, son los políticos y magnates que mantienen la patria de la antigua colonia española en manos marroquíes. Indignados, quienes luchan para que acabe tan categórica injusticia, que pone en tela de juicio la autoridad y crédito de las mismísimas Naciones Unidas.


Son ya 30 los años que el pueblo saharaui lleva refugiado. Y 15 sin acceso al referéndum de autodeterminación que la ONU y la legalidad internacional dictaron.


Dirigido por el hispanoperuano Javier Corcuera, Fisahara cumplió este año su tercera edición bajo las estrellas y a ras de secarral desolado, ganando empaque verdaderamente internacional.


A ello contribuyó la presentación, en su cartel, del documental británico sobre la supervivencia saharaui a través del arte Beat of distant hearts, películas de producción francesa (El señor Ibrahim y las flores del Corán), mauritana (Heremakono), argentina (Iluminados por el fuego), germano – mongola (La historia del camello que llora), canadiense (The take), india (Main hoon na), irlandesa (La revolución no será transmitida) y cubana (Habana blues, Guantanamera y Fresa y chocolate).


De hecho, Fisahara’06 tenía a Cuba como país invitado y el caribeño Vladimir Cruz ha sido galardonado como su mejor actor, en tanto La historia del camello que llora se alzaba con su premio concedido a la mejor película, según criterio de un jurado saharaui.


Mención especial recibió, asímismo, Desalmados, el corto de Pablo Alvarez proyectado fuera de concurso, poniendo como ponía a prueba la bendita tolerancia de los espectadores saharauis No en vano, lo protagoniza un actor israelí en el papel del emigrante marroquí que acusa el rechazo racista en España, e incluso el miedo al enamoramiento por razones de piel.


La vida secreta de las palabras, Heroína, Invierno en Bagdad y Obaba, entre los últimos estrenos de la cartelera española, también se proyectaron en El Aaiun.


No así Camarón, si bien su director, Jaime Chavarri, acudió igualmente al festival, codo a codo con Emma Suárez, Eloy Azorín, Roger Coma, Nacho López, María Valverde, María Luisa Sanjosé, Irene Visedo y Joyma Valdés, actores y actrices encargados algunos de presentar en público los filmes cuyo reparto encabezan.


No faltó tampoco a la cita Pilar Torre, subdirectora del Instituto de Cinematografía para las Artes Audiovisuales, ni novelistas como Eugenia Rico y Carlos Bardem.

Solidaridad práctica


«Nos llevamos del Sáhara más que lo que trajimos a él. El año que viene esperamos traer mucho más de lo que podamos llevarnos».Así acabó rezando, por otra parte, escrito y leído por la novelista Eugenia Rico, el manifiesto suscrito por los literatos, actores y cineastas hispanohablantes, que del 4 al 9 de abril convivieron con el pueblo saharaui exiliado. Un manifiesto que pone de relieve la lección de humanidad recibida de él, a la par que huye de grandes declaraciones solidarias, para comprometerse en acciones culturales concretas a su favor.


Desplazados a la jamada argelina donde se asienta, en su campamento de refugiados denominado El Aaiun, la ministra de Cultura de la ex colonia española, Mariam Hmada, oyó comprometerse a la citada autora, al actor y también escritor Carlos Bardem, a la actriz Beatriz Rico y al editor y cineasta Pablo Alvarez, entre otros, para que no pase un año más sin Instituto Cervantes, dotación de profesores y libros en español, la comunidad refugiada del Sáhara Occidental.


Una nación de 200.000 almas que sobrevive de la ayuda internacional, lejos de su patria y bajo condiciones de pobreza extrema, sin dejar de hablar y estudiar, no obstante, en nuestra lengua Incluso engrosando sus incipientes videotecas con títulos de la filmografía peninsular y desarrollando sus propios talleres de cine.

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