Los asaltos de inmigrantes en el Puerto de Bilbao pasan de 300 a más de 3.000 en un año

La Guardia civil multiplicó por diez sus intervenciones en Zierbena y Pasaia en 2017 para frenar las entradas ilegales

El Correo, OCTAVIO IGEA, 20-02-2018

La delegación del Gobierno ha puesto un número definitivo a los inmigrantes que tratan de colarse cada vez más habitualmente en los puertos vascos. Y ha dejado claro que el problema es ya de proporciones considerables. La Guardia Civil detectó el pasado año 3.863 intentos de acceso a las instalaciones marítimas de Bilbao y Pasaia, diez veces más que las registradas en 2016. Según el balance de la actividad del instituto armado en la comunidad autónoma hecho público ayer, en la terminal guipuzcoana se abrieron 48 expedientes y en la situada en las inmediaciones de Zierbena, 3.815. Casi todos los identificados eran de origen albanés.

Muchos de los 3.815 expedientes abiertos en Zierbena corresponden a las mismas personas

Brittany Ferries se ha planteado abandonar Bilbao ante las quejas de sus usuarios

El agravamiento de la situación que se vive en el Puerto de Bilbao es patente desde hace meses. No solo porque los gestores de la infraestructura hayan decidido levantar un muro de cuatro metros de alto para dificultar el acceso al parking en el que esperan los camiones, lo que ha generado una importante tormenta política, sino por el clima que se registra en Zierbena. Mientras esperan el momento oportuno, los inmigrantes acampan con tiendas de campaña en parques y descampados del municipio. Se asean en las fuentes, utilizan la red wi-fi municipal… La Justicia ha considerado que este tipo de situaciones no suponen la infracción de ningún tipo de ley.

Balance
8.097
kilos de droga fueron incautados el año pasado en las operaciones desarrolladas en Euskadi. Son 6.900 kilos más que los aprehendidos durante el ejercicio anterior. Su precio en el mercado negro ascendería a más de 41 millones de euros.
Grandes alijos
El incremento de los alijos se debe a la desarticulación de cinco bandas organizadas que se dedicaban al narcotráfico y 31 detenciones. Sube la incautación de todas las sustancias, especialmente la de marihuana, de la que se decomisaron 5.300 kilos más que en 2017.
25
mujeres de origen africano que eran obligadas a prostituirse fueron liberadas el año pasado en Bilbao tras el arresto de una veintena de proxenetas en una macrooperación que se amplió a otras provincias de España.
3
personas arrestó el pasado año la Guardia Civil en el País Vasco por su vinculación con organizaciones terroristas. Una cumplirá condena por integración de ETA y las otras dos por su relación con el yihadismo.
Las angulas
Las unidades de vigilancia aeroportuaria que el instituto armado tiene en la terminal de Loiu aprehendieron 541 kilos de angulas que iban a ser facturadas a localidades del Reino Unido y China para su venta ilegal.
Su ‘modus operandi’ se repite una y otra vez. Cientos de inmigrantes aguardan en los alrededores de la terminal marítima con el objetivo de colarse en alguno de los camiones que embarcan con destino, prioritariamente, al Reino Unido. Además de albaneses también se ha identificado a subsaharianos, sirios e iraquíes, aunque los primeros son mayoría. Suponen alrededor del 70% de los intrusos. La explicación es sencilla: desde 2010 no necesitan visado para moverse por la mayoría de los países de la Unión Europea en virtud de los acuerdos de Schengen, que no están en vigor en el Reino Unido. Tienen 90 días para desplazarse libremente por España y si son detectados intentando colarse en un ferry no corren el riesgo de ser retenidos o deportados a no ser que acumulen causas pendientes de gravedad. Lo normal es que sean liberados en la misma entrada del puerto.

2.200 euros de multa
Aunque el delegado del Gobierno, Javier de Andrés, quitó ayer hierro al asunto recordando que los 3.863 intentos abortados por la Guardia Civil tienen como protagonistas «muchas veces a las mismas personas», lo cierto es que la situación empieza a generar problemas de diversa índole. Brittany Ferries ha empezado a plantearse su continuidad en Bilbao por la avalancha de polizones. Según ha revelado portavoces de la compañía, algunos transportistas han comenzado a replantearse la posibilidad de embarcar en Santander o en alguno de los siete puertos en los que están presentes en Francia. Ya no es solo el riesgo para la seguridad que supone llevar a una persona escondida entre la carga, los camioneros se exponen a multas de 2.200 euros por cada inmigrante que les sea detectado cuando pisan tierra en el Reino Unido.

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