Ocho inmigrantes llegaron al polígono industrial de Celrà (Gironès) este miércoles por la tarde escondidos en un camión de transporte de paqueteria . Al abrir la caja, el conductor, que llegaba de Italia, encontró a 8 personas. Ante tal sorpresa, volvió a cerrar la puerta y alertó en seguida a los responsables de la empresa y al 112. Los Mossos d’Esquadra acudieron a las instalaciones y al detectar que se trataba de personas inmigrantes las pasaron a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, que es quien tiene las competencias en extranjería. Los tres menores, de 17 años, han quedado bajo la tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia. 

El conductor de la empresa de transporte y logística de Celrà, con más de medio siglo de experiencia en el sector, viajó a Italia, descargó la mercancía que llevaba y el pasado martes 13 volvió a cargar en Rovigo, capital de una provincia de la región del Véneto, cerca de Venecia. Salió sobre las dos de la tarde de nuevo en dirección a la sede de la empresa en Celrà. Hizo varias paradas durante el trayecto, pero en ninguna abrió la caja del camión.

Cuando la tarde del miércoles llegó a los almacenes de Celrà, colocó el camión en el muelle de descarga y cuando abrió la puerta, encima de los palés de paquetes vio que había 8 personas. Volvió a cerrar de inmediato y llamó a los responsables de la empresa y a emergencias. Los Mossos d’Esquadra comprobaron que se trata de 8 hombres, 3 de ellos de 17 años, todos ellos naturales de Eritrea y uno de ellos del Sudán. Trasladaron a los inmigrantes hasta las dependencias de la Policía Nacional en Girona, donde los agentes les dieron comida y bebida, ya que se encontraban en buen estado de salud pero llevaban casi dos días sin comer ni beber.

Los inmigrantes explicaron a la policía que habían aprovechado un descuido del conductor y se escondieron entre los palés. Su intención era viajar a Francia, pero como ni en la última parada que había hecho el conductor en Nimes, ni en el resto de paradas, no había abierto la caja, no habían podido bajar.

Uno de los responsables de la empresa ha asegurado, en el mismo sentido, que ni la dirección ni el conductor tienen nada que ver con el transporte de estos inmigrantes. Prueba de ello es que “si hubiéramos tenido algo que ver, ni el conductor hubiera abierto la puerta del camión en el muelle de carga, y la habría vuelto a cerrar, ni habríamos llamado al 112 inmediatamente”.

Ayer mismo los cinco inmigrantes adultos fueron trasladados a la Jonquera por agentes del CNP y se procedió a devolverlos a Francia por el convenio de readmisión de inmigrantes indocumentados. Los tres chicos de 17 años quedaron a disposición de los Mossos, que son los competentes en esta materia.

Otro caso parecido tuvo lugar el 17 de noviembre de 2016 cuando se hallaron 10 inmigrantes en un camión que llegó a las instalaciones de Mango en Lliçà d’Amunt (Barcelona). En esta ocasión había partido de un puerto de Estambul y al pasar el control de seguridad de Mango se constató que el precinto estaba roto y se descubrió que en el interior, entre las prendas, había seis adultos y cuatro menores.