La bala o el granjero, ¿quién mató a Colten Boushie?

La absolución de un granjero que disparó a un indígena aviva las tensiones en Canadá

El País, Jaime Porras Ferreyra, 14-02-2018

La noche del 9 de agosto de 2016, Colten Boushie, un miembro de la nación Cri de 22 años, entró con cuatro amigos en la propiedad de Gerald Stanley, un granjero de la provincia canadiense de Saskatchewan. Tras un altercado, Boushie recibió un disparo mortal en la cabeza por parte de Stanley. Este viernes, un jurado absolvió al granjero de toda responsabilidad, en uno de los juicios más esperados por los canadienses en los últimos años. El fallo ha provocado una ola de protestas en varias ciudades del país, en un momento en el que el primer ministro, Justin Trudeau, fomenta la reconciliación entre Canadá y sus grupos autóctonos.

Gerald Stanley declaró que desconocía las verdaderas intenciones de las personas que entraron en su granja y que temía por su vida. Por su parte, los jóvenes que acompañaban a Colten Boushie expresaron ante el jurado que buscaban ayuda por un pinchazo en el vehículo en el que se transportaban. La policía escribió en su informe que Boushie y sus amigos habían ingerido alcohol.

Uno de los argumentos de los abogados de la defensa fue que el arma del granjero, una pistola Tokarev calibre 22 fabricada en 1953, era defectuosa y que, por ende, el disparo había sido accidental. Sin embargo, el fiscal presentó los peritajes de dos expertos que contradecían dicha versión. El juez Martel Popescul señaló a los 12 miembros del jurado que tenían tres posibilidades: decidir si Stanley – de 56 años de edad – era culpable de muerte intencional (aunque no premeditada), de homicidio involuntario o si se le absolvía de toda responsabilidad. Luego de 13 horas de deliberación, el jurado se inclinó por unanimidad por esta última opción.

Tras conocerse el fallo, los familiares de Boushie declararon: “Es una injusticia. Sentimos que Colten murió otra vez”. También subrayaron que ningún miembro del jurado era de origen indígena. Cabe señalar que en Canadá, los abogados tienen la facultad de oponerse a la selección de integrantes del jurado sin brindar razones específicas. La familia de Boushie y líderes de diversas comunidades autóctonas exigen que la fiscalía apele el fallo.

Un día después de la decisión del jurado, varias manifestaciones de protesta tuvieron lugar en ciudades como Saskatoon, Calgary, Edmonton, Toronto y Vancouver. “Nos duele a todos. Estamos al tanto del racismo que vivimos. Lo vemos todos los días”, declaró a CBC en una de estas marchas Kimberley Jonathan, líder de la Federación de naciones indígenas de Saskatchewan. Por su parte, Perry Bellegarde, jefe de la Asamblea de las primeras naciones de Canadá, expresó en conferencia de prensa que el sistema de justicia sigue plagado de racismo a pesar de las múltiples investigaciones que así lo han demostrado.

Horas después de la decisión del jurado, Trudeau, escribió un mensaje en Twitter desde Los Ángeles: “No puedo imaginar el duelo y la tristeza que siente la familia Boushie esta noche. Envío todo mi amor desde Estados Unidos”. Este lunes, el primer ministro expresó en sesión parlamentaria que Canadá debe trabajar más por su población indígena para reducir las desigualdades que viven estos grupos, siendo una de ellas la representación en los jurados. Las palabras de Trudeau, al igual que otras de algunos de sus ministros, han sido sin embargo criticadas por varios expertos, quienes manifiestan que pueden ser interpretadas como un desacuerdo con el veredicto.

Algunos familiares de Colten Boushie viajaron a Ottawa para reunirse este martes con Trudeau; también con Judy Wilson – Raybould y Jane Philpott, ministras de justicia y de asuntos indígenas respectivamente. Antes del encuentro, Trudeau señaló que su Gobierno está abierto a la posibilidad de realizar cambios en el sistema de justicia y que hay que seguir trabajando en el camino de la reconciliación con los pueblos indígenas. Debbie Baptiste, madre de Colten Boushie, dijo a los medios al término de la reunión con Trudeau que tiene esperanzas de que el Gobierno liberal sea sensible a sus preocupaciones. “Fue un buen encuentro. Se siente que va a haber un cambio, aunque no de inmediato”, declaró.

Justin Trudeau prometió desde su campaña electoral construir una nueva relación con los indígenas canadienses. La población de estos grupos representa el 4,3% del total de Canadá, pero indicadores en salud, educación, empleo y violencia se alejan considerablemente de los del resto del país. Trudeau ya ha dado algunos pasos. Por ejemplo, destinó mayores recursos a programas en las reservas, ofreció disculpas por los malos tratos que recibieron niños indígenas en pensiones federales y, de igual forma, creó una comisión sobre las muertes y desapariciones de mujeres autóctonas ocurridas en las últimas décadas. Una de las exigencias más importantes de los grupos indígenas es que se lleven a cabo reformas en el sistema judicial para evitar la discriminación de sus miembros. Queda por ver si el fallo del juicio por la muerte de Colten Boushie puede significar un obstáculo de importancia en el camino de Trudeau hacia la reconciliación.

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