Cerca de 8.300 inmigrantes irregulares llegaron a la Unión Europea (UE) el pasado enero a través de las cuatro principales rutas migratorias, un 7 % menos que hace un año, con notables descensos en términos mensuales en el número de llegadas a España y Grecia, y un fuerte incremento en Italia.

Alrededor de 1.300 inmigrantes irregulares arribaron desde el norte de África a España por el Mediterráneo durante enero de este año, cerca de un 35 % menos que la cifra registrada en diciembre pero un 20 % más que la del mismo periodo de 2017.

La mayoría de estos inmigrantes provenían de Guinea, Marruecos, Costa de Marfil y Malí, precisó la agencia encargada del control de las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) al analizar esa ruta, que incluye las llegadas a las costas del Mediterráneo occidental, entre ellas Ceuta y Melilla.

El número de llegadas de ciudadanos de nacionalidad argelina se redujo como suele suceder cada invierno, precisó Frontex.

La ruta del Mediterráneo central hacia Italia registró 4.800 llegadas, en su mayoría desde Libia, en la línea del número de llegadas registradas en el mismo periodo del año anterior, aunque casi el doble que en diciembre.

Como en meses anteriores, la mayoría de estos inmigrantes provenían de Eritrea, Pakistán y Túnez, aunque Frontex ha detectado en los últimos meses un aumento en el número de libios que cruzan el Mediterráneo.

La ruta del Mediterráneo oriental, con destino en las islas griegas, registró 1.850 llegadas en enero, cifra similar a la de hace un año pero un 43 % menor que en diciembre.

Los inmigrantes sirios e iraquíes fueron los que mayoritariamente usaron esta ruta para llegar a Europa.

En cuanto a la ruta de los Balcanes Occidentales, el número de cruces fronterizos ilegales en enero se mantuvo relativamente bajo , con 300 inmigrantes detectados.